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Vacaciones con sentido: cómo cuidar el bienestar emocional de niños y adolescentes

Con la llegada del receso escolar de invierno, muchas familias se enfrentan al desafío de administrar el tiempo libre de los niños y adolescentes de forma equilibrada. Más allá del merecido descanso, esta etapa del año representa una oportunidad clave para promover el bienestar emocional, la creatividad, el vínculo familiar y, sobre todo, para prevenir el uso excesivo de pantallas que puede afectar el desarrollo saludable.

Desde el Ministerio de Salud Pública de Tucumán, conducido por el doctor Luis Medina Ruiz, se acompaña y promueve activamente el cuidado integral de la infancia y la adolescencia. En este marco, profesionales de la Unidad de Salud Mental del Hospital Avellaneda comparten recomendaciones prácticas para las familias, en un mensaje que prioriza el juego, la conexión y el disfrute compartido.

Descansar, jugar y crecer

La psicóloga infanto-juvenil Emilia Natero, profesional de la Unidad de Salud Mental del Hospital Avellaneda, destaca: “El tiempo libre en vacaciones es un derecho y una necesidad. Después de una rutina escolar exigente, los chicos necesitan descansar, divertirse y potenciar el desarrollo de su personalidad. Las vacaciones deben ser un espacio para equilibrar esas tres dimensiones”.

La especialista también pone en valor el rol de la familia durante este período: “Muchos papás también toman vacaciones y coinciden con sus hijos. Es una gran oportunidad para compartir momentos recreativos, salir de la rutina, disfrutar al aire libre y encontrarse desde otro lugar, más relajado, más humano”.

Pantallas sí, pero con límites

Por su parte, Alejandra Ruiz Navarro, también psicóloga infanto-juvenil del mismo servicio, advierte sobre los riesgos del uso excesivo de la tecnología: “En vacaciones, tienta quedarse en casa con la play o el celular, y está bien que eso forme parte del descanso. Pero también es importante preguntarse: ¿qué quiero hacer en estas vacaciones? Ese intercambio con los hijos puede motivar actividades al aire libre, talleres, ferias o propuestas culturales gratuitas que existen en cada ciudad”.

Además, sugiere aprovechar la oferta cultural que proponen los municipios “Hay talleres de teatro, títeres, folclore, gimnasia y muchas opciones más. Solo hay que buscarlas. Las redes sociales oficiales de los municipios son una excelente herramienta”.

Ambas profesionales coinciden en que lo esencial durante el receso invernal es fortalecer los vínculos afectivos: “No se trata solo de entretener a los chicos, sino de crear momentos de conexión real. Cocinar juntos, hacer manualidades, visitar a los abuelos, organizar una tarde de juegos o simplemente salir a caminar, pueden marcar una diferencia enorme en su desarrollo emocional”, explica Natero.

Finalmente, invitan a las familias a evitar el encierro, la soledad prolongada o el aislamiento frente a pantallas: “La meta es que este tiempo sea de renovación. Que el descanso no se convierta en un aislamiento pasivo, sino en una pausa activa y enriquecedora”.

Desde el Ministerio de Salud Pública, a través de sus equipos interdisciplinarios, se reafirma el compromiso con la salud integral de niñas, niños y adolescentes. Las vacaciones pueden ser mucho más que un paréntesis: pueden ser una oportunidad para crecer, compartir y fortalecer vínculos que duren toda la vida.