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Fibrosis quística: Qué es, causas, síntomas y tratamiento en el hospital del Niño Jesús

A partir del 2013 la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado al 8 de septiembre como el Día Mundial de la Fibrosis Quística. El objetivo es concientizar y sensibilizar a la población sobre la situación y necesidades de los pacientes que sufren la patología y así eliminar las desigualdades en el acceso a los tratamientos para mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados.

La fibrosis quística es una patología genética hereditaria. Era considerada letal pero con los avances de la medicina, la ciencia y gracias al trabajo de los pediatras en el diagnóstico oportuno y precoz, mundialmente se está avanzando a la categoría de ‘enfermedad crónica severa’.

Al ser una enfermedad genética, se puede realizar un diagnóstico desde etapas muy tempranas. “Lo importante es hacer el screening neonatal que se lleva a cabo en todas las maternidad de la provincia”, explicó la doctora Silvia Orozco del servicio de Neumonología del hospital del Niño Jesús.

La importancia de este estudio radica en cotejar el resultado de la primera valoración de la tripsina, ya que es el primer indicador de que algo está mal. Cuando ese valor se mantiene en el tiempo de manera elevada, el paciente debe someterse a un estudio complementario que se llama test del sudor y se realiza en el hospital del Niño Jesús. Este estudio es el que da el diagnóstico preciso de la enfermedad.

Síntomas

Es una enfermedad sistémica que tiene diferentes rangos de síntomas, desde el paciente mono sintomático (es decir con una sola manifestación de esta enfermedad) hasta el clásico, que tiene todas las manifestaciones clínicas. Pero básicamente los signos cardinales son afectación del aparato respiratorio, con signos de dificultad al respirar o procesos respiratorios recurrentes que al afectar la funcionalidad pancreática deriva en un síndrome de mala absorción. Esto lleva al deterioro del crecimiento del paciente; por eso cuando un niño presenta problemas respiratorios asociados al déficit del crecimiento, existe la posibilidad de una fibrosis quística.

Signos y síntomas respiratorios

  • Tos persistente con mucosidad espesa (esputo)
  • Silbido al respirar
  • Decaimiento
  • Intolerancia al ejercicio
  • Infecciones pulmonares recurrentes
  • Fosas nasales inflamadas o congestión nasal

Signos y síntomas digestivos

  • Heces malolientes y grasosas
  • Problemas para aumentar de peso y crecer
  • Obstrucción intestinal, particularmente en los recién nacidos
  • Estreñimiento grave

Tratamiento

Una vez confirmado el diagnóstico la madre se acerca al servicio sin turno previo, donde es valorado por los especialistas del servicio otorgando una consulta de manera inmediata para comenzar con el tratamiento interdisciplinario. Así se brindan las herramientas oportunas y adecuadas, pero fundamentalmente contención ya que es una patología que afecta a toda la familia.

“El paciente necesita un abordaje multidisciplinario coordinado por el pediatra de cabecera y el trabajo con los nutricionistas porque mantener en buen estado nutricional al paciente es fundamental para sobrellevar esta patología. También necesitan la supervisión de un kinesiólogo porque hay mal manejo de secreciones; y de un asistente social para conseguir los insumos y todos los medicamentos que necesitan”, finalizó Orozco.

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