10 de abril: Día del Investigador Científico
En esta fecha se recuerda el nacimiento del doctor Bernardo Houssay (1887-1971), eminente científico argentino cuya trayectoria marcó un punto de inflexión en el desarrollo de la ciencia en el país. Cofundador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, CONICET, Houssay obtuvo el premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1947.
El Día del Investigador Científico simboliza un reconocimiento a la labor de todos los profesionales que se desempeñan en la investigación o realizan estudios científicos en pos de mejorar la calidad y las condiciones de vida humana.
En este contexto, el Ministerio de Salud Pública quiere saludar y felicitar a todos los investigadores que forman parte del Sistema Provincial de Salud, conmemorando especialmente a todos los que trabajan en el Instituto de Investigación en Medicina Molecular y Celular Aplicada (IMMCA).
Consultada al respecto, la doctora Rosana Chehin, docente de la facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la UNT e investigadora principal del CONICET, expresó: “Este es un modelo que está funcionando muy bien en todo el mundo. En París los grupos de investigación que hacen salud están dentro de los hospitales, en contacto permanente con los médicos haciendo una sinergia positiva entre lo que los médicos necesitan y los aportes que pueden realizar desde el ámbito científico. Sobre todo en la aplicación de nuevas tecnologías. Copiamos un modelo exitoso que se está imponiendo en el mundo occidental más desarrollado y nos resultó una experiencia extraordinaria”.
Asimismo, la referente detalló que el equipo de investigadores que preside está trabajando actualmente en la neurodegeneración.
“Tomamos contacto con el grupo de neurólogos del hospital Padilla y también otros profesionales de diagnóstico por imagen, para ver cómo podemos desde nuestro lugar contribuir a sus proyectos, y viceversa. Creo que es una sinergia positiva que faltaba en la provincia y que es bueno que esté. Hay gente joven y muy preparada en el laboratorio que pudimos repatriar, estaban en distintas universidades del mundo, y ahora trabajan con mucho entusiasmo”, subrayó.
El IMMCA desarrolla su labor a través de cuatro grandes grupos de investigadores. En la sede de calle Dorrego avanzan en áreas de neurociencia, específicamente en bases moleculares de dos enfermedades neurodegenerativas: Parkinson y Alzheimer. El equipo está formado por seis investigadores de carrera y ocho becarios, doctorales y posdoctorales.
Por su parte, el grupo laboral en la facultad de Medicina de la UNT se aboca al diseño y desarrollo de vacunas humanas. Otros científicos concurren a la facultad de Bioquímica para la cura de heridas crónicas sobre todo en pacientes diabéticos, y por último, los trabajadores de la facultad de Odontología avanzan en biomateriales.
“Es esencial que el estado nos acompañe. Si el Ministerio de Salud Pública no nos hubiese dado espacio, el proyecto no se hubiese podido desarrollar. Hubiéramos seguidos aislados del Sistema. El hecho de que nos hayan abierto los brazos, dado un espacio, y permitido que interactuemos fue el punto crítico del desarrollo del proyecto. Porque los científicos formados estábamos y los médicos con sus ideas también, sólo faltaba este enlace tan importante”, cerró.
