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28 de julio: Día del Psicomotricista

En este día especial, se conmemora la aparición de este concepto y su actual profesión en el país, que permite ayudar, contener, asistir y curar desde una mirada integral a cientos de pacientes. Cómo se trabaja en Tucumán.

“Se festeja el 28 de julio el Día del Psicomotricista por la introducción de Dalila Molina de Costallat, que es la primera persona en introducir la palabra psicomotricidad al país. Esto es hace más de 60 años, comienza en Córdoba. Esta carrera está en Tucumán en el Instituto Decroly desde el año 2011, donde además soy docente”, comienza relatando Silvina Martínez Brover, licenciada en Psicomotricidad del hospital Centro de Salud.

Sin embargo, aclara que, en el mundo de la psicomotricidad existen pocos psicomotricistas hospitalarios. Y esa fue una de las causas por la cual escribió su libro “Psicomotricidad Hospitalaria, Rompiendo Barreras, Creando Puentes”, donde dejó plasmada su experiencia laboral.

“Justamente tuve que romper muchas barreras puesto que esta profesión es nueva y allí dejo plasmadas experiencias laborales, cómo fue mi introducción al Sistema de Salud, pero también cómo es la intervención del psicomotricista. A veces se lo relaciona mucho con los niños, con juegos, y el adulto mayor queda relegado. Mi intención entonces fue mostrar que sí se puede trabajar de esto en un ámbito hospitalario, en una sala de internación, con pacientes con COVID o en terapias intensivas. Se observa al paciente como una persona global, desde una mirada biopsicosocial y trabajando de manera interdisciplinaria con otros profesionales”, puntualiza.

Si bien su trabajo principal tiene sede en salas y terapias intensivas, una vez a la semana, los días jueves, se realizan talleres con pacientes ambulatorios con distintas patologías. “Trabajamos sobre las posibilidades del paciente y no tanto en sus deficiencias. Con actividades lúdicas, técnicas de relajación, estimulaciones cognitivas, sensoriales, donde el paciente se ve beneficiado, más aún si es adulto mayor. Al taller los pacientes llegan por una derivación de un médico, psicólogo, psiquiatra. Sacan el turno conmigo, a través de la Unidad de Kinesiología del hospital”, agrega.

Y recuerda que en los hospitales Eva Perón, Avellaneda y Obarrio, también hay colegas que se dedican a este servicio.

Testimonios sobre el taller de los jueves

Tania López es estudiante del último año de la carrera de Psicomotricidad en el Instituto Decroly y actualmente realiza prácticas en el hospital Centro de Salud: “Mi función es atender a personas con y sin discapacidad, buscamos su desarrollo global. En los juegos que realizamos, nuestro punto fuerte, vamos reforzando con cada actividad cada parte del cuerpo. Reforzamos por ejemplo el equilibrio, la relajación, la respiración, la lateralidad. Estoy hace un año en este servicio y me siento contenta”.

Luego, René, una paciente del efector y fiel integrante de los talleres, cuenta su experiencia: “Vengo aquí por unos problemas que tuve en el pasado. Primero pasé por psiquiatría, psicología, y me derivaron aquí. En su momento estuve muy mal. Pero después me recibió la licenciada con los brazos abiertos; empecé a sentirme muy bien. Aquí dejo todas mis penas, sentimientos y de aquí salimos muy relajadas. Nos sentimos bien, nos familiarizamos. Ya hace cuatro años que vengo al taller. Mi vida mejoró muchísimo. Antes estaba destruida emocionalmente, me iba en un mar de lágrimas. Agradezco primeramente a Dios que me puso en el camino de Psicomotricidad. La licenciada nos trata muy bien y agradezco mucho a los profesionales de este centro médico”.

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