En un trabajo interhospitalario, operaron a un adolescente que estaba grave en el hospital de Niños
El paciente de 14 años, llegó al efector con una herida de bala que ingresó por el tórax, atravesó el diafragma, lesionó el hígado y se alojó en la columna dorsal. Para salvarlo, trabajaron juntos profesionales del hospital del Niño Jesús y del Centro de Salud Zenón Santillán. Colaboración en equipamiento del hospital Padilla.
Consultada al respecto, la directora del hospital del Niño Jesús, doctora Cristina Alabarse, dijo: “Esto muestra una vez más el compromiso que desde la institución y del Ministerio de Salud, tenemos con los pacientes. Este niño fue intervenido con una cirugía compleja para la que fue necesaria la participación de personal del hospital Centro de Salud, equipamiento del hospital Padilla, y nuestros cirujanos. Esto me llena de alegría, ver cómo trabajando como sistema podemos lograr esta cirugía que fue tan compleja y que era sumamente necesaria para el paciente”.
Felicitó luego a todos los profesionales que se unieron a esta causa y agradeció a los colegas que se trasladaron al efector que representa, para poder salvar la vida del menor.
Por su parte, el jefe de Cirugía de la Sala 6 del establecimiento, doctor Héctor Emilio Albuquerque, relató: “Este paciente llegó el 17 de abril con una herida de tórax en un hecho de violencia. Fue ingresado a la guardia en mal estado general, donde se le hizo toda la recuperación en cuanto a vías y sangre. En quirófano se colocó un tubo de drenaje porque había sangre en el tórax. Con ese primer procedimiento el chico se estabilizó, pasó a terapia intensiva con respiración mecánica. Con los días va evolucionando bien, se le quitó el respirador. Una vez que se estabilizó, los equipos de traumatología, neurología y nosotros, decidimos hacer el tratamiento de la parte de columna, con una satisfactoria evolución”.
A menos de 10 días, por el tubo de drenaje de su tórax, comenzó a salir un líquido verde. El equipo a cargo diagnosticó una fistula biliopleural, se había comunicado parte del hígado con la cavidad pleural. De este modo, empezó un drenaje de bilis que en su primer momento era mucha cantidad, luego bajó un poco, pero no se terminaba de solucionar ese problema.
Es ahí cuando, desde el hospital de Niños se comunicaron con el servicio de Endoscopía del Centro de Salud, a cargo del doctor Lino Campero. Desde esta área, se propuso un tratamiento que consistía en colocar un stent en la vía biliar para mejorar el drenaje de bilis y agotar lo que salía por la fistula hacia el tórax.
“Para intentar solucionar este cuadro de una fistula biliopleural del paciente, que son procesos habitualmente traumáticos y menos frecuente por la edad del niño, con un endoscopio especial ingresamos a los intestinos. Ahí se canuló la vía biliar. Una vez hecho eso, se divisó la fístula. La idea era drenar todo esto y además dar la posibilidad de que la bilis vaya por su cauce natural. Entonces se abrió el lugar donde drena la vía biliar y colocamos un stent plástico que nos permite que finalmente la fistula se cierre”, detalló el doctor Campero.
Y añadió: “El niño posprocedimiento está muy bien. Ahora tenemos que esperar las 12 horas posteriores porque todos estos procedimientos son de alta complejidad y tienen riesgo”.
Finalmente, el coordinador del centro quirúrgico del hospital de Niños, doctor Raúl Raya, destacó que el trabajo en equipo fue clave para la evolución de este paciente: “El chico ingresó en muchas oportunidades a cirugía y han intervenido muchos equipos quirúrgicos: desde los traumatólogos para establecer la columna, los neurocirujanos para intervenir la parte del sistema nervioso central para el paciente que ingresó con parálisis de miembros inferiores pueda recuperarse, los cirujanos generales del hospital de Niños, y la complicación última de la fístula de vía biliar hacia tórax, que es lo que se viene implementando y que el doctor Campero pudo solucionar hoy. No queda más que agradecer a toda la gente que participó y esperamos que sea la última cirugía del niño”.