Pubertad precoz: una patología muy frecuente en nuestro medio pero que tiene tratamiento
La jefa del servicio de Endocrinología del hospital del Niño Jesús y profesora de Pediatría de la UNT, doctora Cristina Bazán de Casella, cuenta de qué se trata esta enfermedad que aparece en niñas antes de los 8 años y varones antes de los 10. Cómo actuar al respecto.
“La pubertad precoz es una patología que afecta tanto a las nenas como a los varones y se produce cuando aparecen los desarrollos de caracteres sexuales secundarios en la nena antes de los 8 años y en el varón antes de los 10. Dichos caracteres pueden ser: en la mujer, el botón mamario antes de los 8 años o el bello pubiano, sudoración axilar con olor, aumento de la velocidad de crecimiento. En el varón, el principal signo es el desarrollo testicular aumentado de tamaño antes de los 10 años, cuando pasa de 3 a 4 cm3. Conjuntamente aparece el aumento del vello púbico, aumento peniano, vello axilar y crecimiento en general”, detalla la profesional.
Asimismo, advierte que es una enfermedad muy frecuente y que puede tener patología idiopática, es decir que empieza a madurar el hipotálamo, la hipófisis, las gónadas, antes de tiempo. Puede haber un tumor detrás de esta patología, sobre todo en los varones. Entonces, aclara, hay que estudiar la edad ósea que se acelera y el crecimiento en general.
“Se puede hacer un diagnóstico muy sencillo con una radiografía de mano y muñeca izquierda de frente, la cual habla de maduración ósea y puede estar indicándonos que se está adelantando ese desarrollo. Hay estudios específicos que se deben realizar tanto en la nena como en el varón: en las niñas, una ecografía de ovarios, análisis de las hormonas que produce el ovario y de las que produce la hipófisis que afecta los ovarios; en los niños, un dosaje de testosterona y de las hormonas de la hipófisis”, sostiene la especialista.
En este sentido, afirma que hay que tratar la pubertad precoz, la cual tras la pandemia aumentó en gran cantidad sus casos. “Hay varios estudios, algunos de ellos en los que estoy participando con otros países, relativos al efecto de las pantallas que tuvieron sobre el hipotálamo y la hipófisis, también el sedentarismo que tuvieron los niños en la pandemia que llevó a tener incremento en el peso y trastornos en el sueño. También hay efectos de alimentación que tuvieron efecto sobre los receptores de estrógeno en las nenas, algunos compuestos específicos que favorecieron la aparición”, comenta.
Por último, destaca que gracias a la ministra de Salud Pública el hospital cuenta con todos los dosajes hormonales necesarios para hacer el diagnóstico de esta patología. Así como servicio de Ecografía y Radiografía. “Al tratamiento lo cubren las obras sociales y prepagas, y los niños que no tienen, tenemos la posibilidad de hacer la cobertura en el hospital”, asegura.