Cómo actuar cuando un niño presenta convulsiones febriles
La coordinadora del área Clínica de la Emergencia del hospital de Niños, Verónica Pérez Ordoñez, sostiene que esta consulta es de las más prevalentes en el efector y llama a los padres a acudir a los servicios en caso de una convulsión. La importancia de encontrar la causa.
“Hay niños que pueden convulsar con 37.5°C en adelante, es decir que tienen registros febriculares. Las convulsiones febriles son más frecuentes en menores de cinco años debido a que está en desarrollo su sistema nervioso central, específicamente el área de la temperatura. Como no gestionan bien la temperatura, se producen estas convulsiones”, comienza explicando la especialista.
La primera recomendación de la profesional es entonces, controlar la temperatura del infante: “Muchas veces los chicos comienzan a levantar la temperatura y los papás no se dieron cuenta que tenían fiebre, y comienzan a convulsar. Ante esto, hay que tener tranquilidad para asistir al pequeño y evitar que se golpee principalmente. No debemos meter la mano en la boca, hay que acostarlo de costado y evitar los traumatismos por la convulsión”, sugiere.
Además, advierte que esta situación sí es considerada una urgencia. Se debe llevar al niño a la guardia más cercana al domicilio.
Por qué suceden
“En el primer episodio de convulsión, buscamos el foco que ocasiona la fiebre que puede ser una angina, un catarro. Buscado el foco de fiebre, el menor se va a su casa con control de temperatura, para evitar que haga fiebre nuevamente. Luego deben hacer el control con su médico de cabecera”, comenta la doctora.
Ahora bien, un paciente que ya repite convulsiones febriles, debe tener una interconsulta con el neurólogo y hacer los estudios correspondientes.
“Hay diferencia entre una convulsión y un estatus convulsivo, en cuanto al tiempo. Las primeras son cortitas, si son largas es un niño que debe quedarse internado en el hospital. La mayoría de las veces no quedan secuelas, pero se hace un control clínico con el médico de cabecera para observar la evolución del paciente”, concluye.