Por segunda vez, pacientes con discapacidad visual realizaron trekking de montaña
Fue una caminata en Potrero de las Tablas de la que participaron más de 50 personas entre pacientes y voluntarios. Se realizó en conjunto con la empresa Culmen. La primera edición fue en 2012 y desde ahora la idea es repetirla todos los años y sumar a personas con otras discapacidades.
La organización estuvo a cargo de la empresa Culmen y Red Mate (espacio que trabaja para adecuar material de estudio y fortalecer la autonomía de jóvenes con discapacidad visual), quienes invitaron a participar al Centro de Rehabilitación para Personas con Baja Visión de un trekking en la localidad Potrero de las Tablas, a 70 kilómetros de la capital tucumana.
La actividad solidaria se realizó con voluntarios que se ofrecieron a ser ‘padrinos’. Cada uno de ellos acompañó a una persona con discapacidad visual en la travesía. El objetivo fue que chicos con alguna discapacidad visual tengan la experiencia de hacer una caminata particular en Potrero de las Tablas. Cruzaron un puente colgante, un río de unos 15 metros de ancho y una senda en medio de la montaña.
Una de las voluntarias y representante del Centro de Baja Visión durante el trekking, Cecilia Canal Martínez, relató que fue una experiencia única el hecho de haber compartido con gente que no estaba acostumbrada al trato con personas con discapacidad visual: “Los chicos del Centro vivieron un momento inolvidable, compartiendo con voluntarios que los acompañaron en cada travesía en la montaña y haciéndoles ver que ellos, al margen de tener algún inconveniente en su vista, son personas normales”. La licenciada en trabajo social agregó que a ella la “enriqueció muchísimo esta experiencia, tanto para mi carrera profesional como para mi vida personal”.
El profesor a cargo del área Orientación y Movilidad e integrante de la Red Mate, Miguel Cantos, consideró que siempre es bueno para cualquier persona tener la posibilidad de hacer la mayor cantidad de actividades posibles: “tanto para los que tenemos alguna discapacidad como para cualquier otro es fundamental saber desenvolverse”. Cantos relató que la experiencia al aire libre, cruzar un río, subir una montaña y sortear obstáculos es algo inolvidable para él: “La importancia de esto va más allá de tener alguna discapacidad. Para cualquiera es enriquecedor vivir una cosa así”.
Por su parte, el director de la empresa Culmen, Francisco Martínez Luque, dijo que, para él, lo mejor de la experiencia fue haber visto cómo los chicos pudieron disfrutar de una actividad que algunos creen que no pueden hacer por sus limitaciones visuales. “Fue una linda jornada de voluntarios y personas con baja visión, unos 50 en total, en donde se vivió un interesante intercambio de experiencias. Ayudándose mutuamente y aprendiendo a compartir”, se explayó.
Además, el licenciado en administración de empresas contó que esta es la segunda edición que se hace junto al Centro de Baja visión: “La primera fue en el 2012. Tenemos ganas de empezar el 2016 con estas actividades, no solo con estos chicos, sino también con personas con otro tipo de discapacidades”.
El Centro de Rehabilitación para personas con Baja Visión es una institución que depende del Ministerio de Salud de la Provincia, está abierta al público en general y es de atención absolutamente gratuita. Los pacientes no tienen que pagar por sus tratamientos. Su directora, Diana Waisman, dijo que esto es una aclaración necesaria porque a veces la gente cree que tiene que disponer de dinero para ser atendida: “No importa si tienen obra social o no. Todos pueden venir a consultar”.
Respecto del tratamiento, explicó que es un trabajo multidisciplinario y detalló al respecto que el oftalmólogo trabaja interdisciplinariamente con los otros profesionales: psicólogo, rehabilitadora visual, profesor de educación física adaptada, trabajadora social, profesor de orientación y movilidad y terapista ocupacional. Sin embargo, aclaró que en el Centro “no les devolvemos lo que perdieron de capacidad visual, pero sí les enseñamos a convivir mejor con ese problema”.
Miguel Cantos, que además es locutor nacional, manifestó que es muy difícil encontrarse con gente que pierda los miedos y emprenda semejante travesía con personas con discapacidad visual, ayudando en todo momento. “Es muy valorable que los voluntarios, que no tienen ningún contacto con gente discapacitada, se hayan sumado y colaborado. Hemos aprendido mucho”, expresó en ese sentido, y luego se animó a contar que fue tanta la confianza que había entre todos, que al final del viaje se hacían bromas y hasta se reían de sus propios problemas: “Nos decíamos ‘nos vemos después’, por ejemplo, pero en definitiva eso es lo que tenemos que tratar de naturalizar”.
Características de una persona con baja visión
- No ve con lentes convencionales.
- Tiene problemas para leer y escribir.
- No puede desplazarse con facilidad.
- No distingue rostros de personas.
- Problemas para ver a corta o larga distancia.
Mediante un proceso de rehabilitación integral pueden redireccionar sus actividades cotidianas y mejorar su calidad de vida.