Actividad física: Controlá tu salud antes de empezar
La jefa del Departamento de Cirugía Mayor Ambulatoria y de la Unidad de Cardiología del hospital Néstor Kirchner, doctora María Verónica Leonard, se refirió a la importancia de realizar un chequeo cardiológico previo al inicio de cualquier actividad que implique un esfuerzo físico.
Por lo general la primera pregunta que surge en la población antes de emprender algún tipo de actividad o entrenamiento físico, es sobre la utilidad de realizarse un chequeo cardiológico previo, considerando que si desea realizar este tipo de iniciativas, se presupone la salud de la persona.
“Hay patologías que uno puede no evidenciar y muchas veces este tipo de controles representan una puerta de entrada y una buena excusa para que todos los pacientes realicen un chequeo médico que muchas veces se posterga por falta de tiempo”, sostuvo la especialista.
Las actividades de alto impacto, de moda en la actualidad, llevan la exigencia cardiovascular al límite, motivo por el cual la profesional enfatizó que las personas que vayan a encarar este tipo de entrenamiento deben realizar un estudio completo del área cardiovascular (electro, ecocardiograma y ergometría).
| “Los niños a partir de los 6 años y especialmente si realizarán alguna actividad física o deporte a nivel competitivo, deben realizar una consulta cardiológica y un electrocardiograma. La rutina es sencilla, todos los estudios que se requieren son no invasivos y no implican ninguna molestia para el paciente”, explicó Leonard. |
Primero se realiza un interrogatorio al paciente donde el especialista observa si se presenta algún síntoma, especialmente cuando se realiza alguna actividad física o si la persona presenta factores de riesgo como hipertensión, diabetes, tabaquismo o antecedentes familiares de lo que se denomina muerte súbita.
Una vez realizado el interrogatorio se realiza un examen físico general en el que se evalúa la presión arterial, se chequea pulso, se ausculta al paciente y luego se solicita un electrocardiograma, que es un estudio básico cardiológico que permite evidenciar ciertas patologías causantes de muerte súbita, muchas veces relacionada con la práctica del deporte.
La muerte súbita no tiene alta incidencia, pero causa mucho impacto en la sociedad por eso cobra visibilidad: “Esta es una patología que asociada al deporte va del 0.5 a 2 casos cada 100.000 pacientes por año. Muchas veces estas personas no realizaron una consulta cardiológica previa y hay además un mínimo porcentaje de muerte súbita que no se puede diagnosticar con los estudios básicos”, agregó la referente.
“Lo importante es apuntar a la captación de todas esas patologías que sí se pueden detectar con electro o ecocardiograma. En muchos casos, sobre todo en mayores de 35 años, personas con algún factor de riesgo cardiovascular o deportistas de alto rendimiento, se indica una ergometría”, concluyó.
