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Aftas bucales: cómo se tratan estas dolorosas lesiones

La directora de Odontología del PRIS, doctora Susana Blunda, explica sobre las posibles causas que favorecen a la aparición de este tipo de lesiones que resultan más frecuente en las mujeres y que, a diferencia del herpes labial, no ocurren en los labios y no son contagiosas.

Las aftas bucales son pequeñas llagas o úlceras redondas que aparecen dentro de las mejillas o debajo de la lengua a la altura de la mucosa del labio inferior o superior. Por lo general tienen la característica de manifestarse mediante un borde rojo y en el centro ser blancas o amarillentas. Suelen ser muy dolorosas y provocar dificultad al momento de la alimentación y al hablar.

“No hay una causa específica para la aparición de las aftas bucales, pero general se asocia con alguna enfermedad de base del tipo infecciosa viral; y suelen estar asociadas con disminución del sistema inmunitario del cuerpo, o sea por una baja de defensas o por factores traumáticos de índole general. Un arreglo bucal donde el operatorista haya tardado mucho tiempo en trabajar, y donde la mucosa se resiente, con los días pueden aparecer algunas Aftas. O por ejemplo un niño con cuadros febriles de varios días, también puede experimentar la aparición de este tipo de lesiones”, dijo Blunda.

Otras posibles causas

  • Situaciones de estrés emocional
  • Falta de ciertas vitaminas o minerales en la alimentación, como déficit de hierro
  • Carencia de vitamina B12
  • Cambios hormonales o situaciones premenstruales
  • Alimentos que producen alergias
  • Uso de una solución anestésica en la boca
  • Limpieza dental muy agresiva
  • Una mordida en la lengua.

  Como prevenir

  • Llevar una correcta higiene bucal
  • Mantener una dieta rica en frutas y verduras
  • Consumir alimentos ricos en vitamina C y Omega 3
  • Evitar comidas muy calientes
  • Manejo de situaciones de estrés

“Cualquier persona puede tener aftas, pero las mujeres son más propensas que los hombres a padecerlas. Pueden tratarse en la consulta, pero no desaparecen rápidamente porque se trata de una necrosis que se produce en tejido de la boca y que tarda en desaparecer entre 10 a 15 días. El mejor tratamiento es mantener una buena higiene bucal, con un correcto cepillado de las piezas dentales y el uso de un antiséptico, porque cuanto más sucia esté la zona del afta, más llena de placa bacteriana, más duele y más tiempo tarda en irse”, finalizó Bunda.