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Cada cuánto se debe hacer un chequeo con el otorrinolaringólogo

El jefe de Otorrinolaringología del hospital Ángel C. Padilla y director de residencia, doctor Enrique Zevallos López, recuerda la frecuencia con la que deberíamos visitar al especialista para prevenir patologías o una pérdida crónica de la audición.

“El examen otorrinolaringológico debe hacerse de acuerdo a las necesidades y a la edad de la persona. Primeramente, en orden cronológico, todos los recién nacidos deben pasar por una evaluación auditiva la cual se realiza con estudios de otoemisiones acústicas. Hoy existe una ley que obliga a practicar este estudio a todos los recién nacidos. Es importante el diagnóstico precoz para que pueda haber una estimulación temprana de la audición y se cree el área auditiva a nivel cerebral”, explica el referente.

Luego, es habitual que se realice una audiometría tonal para el ingreso escolar. Sin embargo, aclara el médico, no debemos esperar hasta esa etapa si vemos un retraso en el desarrollo del lenguaje del niño. Debería hacerse entonces un examen otorrinolaringológico ante los primeros síntomas de pérdida de la audición o distracciones frecuentes.

“A posteriori eso puede llevar al desarrollo de patologías crónicas. Ya en la edad de la juventud y adultez, se recomienda hacer un chequeo con el otorrino cuando el paciente está muy expuesto a ruidos intensos: música a muy alto volumen por ejemplo, puede provocar un trauma acústico cuando la intensidad del sonido supera los 100 decibeles”, detalla.

En este sentido, quien trabaja en un ambiente ruidoso debe recibir una evaluación auditiva al menos una vez al año. Por ejemplo quienes trabajan en una fábrica, en un ingenio, tienen sonidos por arriba de los 70 u 80 decibeles.

“Luego de la cuarta y quinta década, comienza a haber una disminución de la audición la cual va a depender también de las características hereditarias. En la medida que va pasando el tiempo, la persona va sufriendo una merma en su rendimiento,  que a veces el paciente no lo refiere como una disminución de su audición sino como zumbidos. Lo primero que se va perdiendo es para las frecuencias altas que no son las frecuencias de la palabra, porque nosotros evaluamos la audición en base a la conversación y el 97 por ciento de los fonemas de nuestro lenguaje está en un rango entre 1000 y 3000 ciclos. Cuando se pierde por arriba de 4000 no nos damos cuenta porque no hay sonido de nuestro lenguaje que esté en ese rango de frecuencia, pero el oído escucha hasta la frecuencia 20 mil”, manifiesta Zevallos López.

Finalmente, recuerda que también existen otros casos donde hay que acudir al profesional. Ante la aparición de una patología inflamatoria como la otitis externa, tan común en época de verano debido a la pileta; es importante entonces hacer la consulta. Al igual que para una limpieza del oído, aquellas personas que producen más cera debido a su tipo de piel, es fundamental acudir al médico una vez cada seis meses o una vez por año.

El servicio de Otorrinolaringología atiende de lunes a viernes de 7 a 17 horas y también las urgencias por la guardia del hospital. Para turnos, comunicarse al teléfono de Salud Escucha (0800-4444-999).