Cómo preparar la mesa para las fiestas de fin de año y evitar enfermedades
La responsable de la Dirección de Bromatología del SIPROSA, María Virginia Apud, brinda una serie de recomendaciones para cuidar en detalle la preparación de comidas para Navidad y Año Nuevo. Qué sucede con comercios y emprendedores que venden alimentos listos.
“Las celebraciones por las fiestas de fin de año suelen ser ocasiones favorables para contraer enfermedades transmitidas por alimentos. Se incrementan sobre todo por las altas temperaturas que pasamos en Tucumán. En especial en estos días de reunión la manipulación y el traslado de los alimentos deben tener mayores cuidados”, comienza diciendo la referente.
Es así que, brinda una serie de consejos para cuando se cocina, compra o traslada alimentos:
- No descongelar a temperatura ambiente, siempre se descongela en la heladera
- Cuando se descongela un alimento, no se debe volver a congelar
- Mantener los alimentos refrigerados hasta el momento de servirlos. No preparar las mesas con mucha anticipación sirviendo las comidas, porque se las quita de su temperatura ideal de conservación
- Si se trasladan alimentos, y sobre todo cuando las distancias son importantes, hay que trasladarlos en recipientes térmicos. Hay que tener en cuenta esto para las movilizaciones a otras casas
- Las compras son muy importantes. En estos momentos, los supermercados se llenan de gente, las colas en las cajas son largas, entonces hay que tener en cuenta el orden en que se hacen las compras. Siempre se debe empezar por los productos no refrigerados, al último añadir al carro los que necesitan refrigeración o los congelados
- En la sobremesa, cuando un plato estuvo expuesto a más de dos horas a temperatura ambiente, hay que descartar para no arriesgar a enfermarse
- No preparar alimentos con demasiada anticipación. Si se los prepara con antelación, van al freezer y al momento del día del festejo se los cocina
- Respecto a aquellas personas o familias que venden comida en esta época del año, por ejemplo pollo relleno, sándwiches, entre otros; si se trata de locales no comerciales hay que conocer cómo trabajan, tener confianza en las personas que elaboran esos alimentos, la calidad de los productos que utilizan y que tengan las condiciones necesarias para refrigerar. Y si son locales comerciales, primero que estén habilitados. Igualmente, esto no significa que debido a la gran producción de comidas en esta época del año, no pueda haber un inconveniente, pero estar inhabilitados da cierta seguridad que cumplen con las normas higiénico-sanitarias.