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Día Mundial de la lucha contra la Depresión

El director de Salud Mental de la provincia se refirió a la importancia de esta fecha impulsada por la Organización Mundial de la Salud para sensibilizar a la población sobre los síntomas, según cada grupo etario, y la manera de ayudar a quien la padece.

El doctor Walter Sigler, comentó: «Actualmente, en el mundo tenemos cerca de 320 millones que padecen de este trastorno. La depresión es un trastorno del estado de ánimo en la cual los sentimientos de tristeza, la pérdida de interés a las actividades de la vida cotidiana, la ira, las dificultades para tolerar frustraciones son algunos de los síntomas que interfieren en la vida diaria de las personas durante un período de semanas, meses o incluso de más tiempo, que se transforma en depresión crónica».

Además, el profesional de la salud destacó los trastornos mentales que son consecuencia de la pandemia: «No únicamente los trastornos de ansiedad, que son reacciones vivenciales ante hechos traumáticos que hemos tenido durante la pandemia como ser la presentación de pánico, fobia; trastornos de ansiedad generalizados en estrés, trastornos de adaptación. Sino que la depresión se está viendo como consecuencia de este impacto mundial, porque hubo muchas pérdidas, no únicamente de los seres queridos que han fallecido o han tenido que ir a vivir a otros lugares, o por la ruptura de los vínculos; sino también por las pérdidas laborales y económicas, son factores que intervienen en el estado anímico de las personas».

«Todos estamos expuestos, nadie está exento de padecer un cuadro depresivo, por diferentes causas, algunas son hereditarias, genéticas, hormonales; otras son ambientales, que tienen que ver con el ambiente socioeconómico; también lo vincular, relacionado con los afectos, las contenciones afectivas, los canales de comunicación en los diferentes sistemas. Es importante afianzar la confianza y también en las fiestas que pasaron recientemente o en las vacaciones, en donde grupos de amigos o familiares pasan más tiempo juntos, haya paz y armonía y no sea momento para la expresión de enojos».

Sigler explicó que la depresión se manifiesta de formas distintas según el grupo etario: «No es lo mismo en niños que en personas adultas, estas últimas van a poder hablar y expresar, el sentimiento de tristeza va a ser mucho más notorio, habrá alteraciones en el sueño como insomnio o hipersomnia (es decir una prolongación de las horas de sueño); la apatía, la hipobulia, el hecho de estar aislado, retraído, la pérdida de interés en general, las ausencias laborales con mayor frecuencia; personas que eran muy responsables pasan a tener poco interés en los objetivos de la vida».

En el caso de los niños, quienes no pueden expresar sus dificultades y sentimientos como los adultos, «la depresión se puede presentar como una pérdida de interés en el juego, el hecho de no querer comer, llantos e irritabilidades ante estímulos, no tolerar frustraciones. No necesariamente el abordaje tiene que ser farmacológico, sino que se debe trabajar de manera intersectorial», indicó el especialista.

Los adolescentes también presentan síntomas distintos, ya que son más reactivos debido a las nuevas tecnologías: «Están adaptados a esta nueva cultura que tiene que ver con las redes sociales y los dispositivos de internet, eso también genera mucho aislamiento y retraimiento, no respetan las horas de sueño, tienen el ritmo circadiano invertido porque están con el uso de la tecnología en la noche o madrugada. Hay que saber leer muy bien cuando hay un desinterés, un cambio de conducta en el adolescente, no tolera frustraciones, tiene fácil irritabilidad, son síntomas que deben llamarnos la atención».

«Detrás de una depresión puede haber desnutrición, deshidratación y otras enfermedades que pueden acentuarse con síntomas de ansiedad como ser el pánico, la fobia, la obsesión. Entonces, frente a todo esto hay un abordaje en salud mental con psicólogos que tenemos en los tres niveles de atención, se trabaja de manera interdisciplinaria con el psiquiatra y también muchas veces con el nutricionista, pediatra, endocrinólogo. En algunos casos el abordaje también es intersectorial, porque en algunos casos de niños o adolescentes es necesario trabajar con las instituciones educativas o deportivas», detalló Sigler.

La depresión y la conducta suicida

El director de Salud Mental advierte: «Lo importante es saber detectar síntomas depresivos para prevenir la conducta suicida, el pensamiento suicida, la ilación suicida, la tentativa suicida y el suicidio consumado». Y agregó: «Tenemos que saber detectar e interactuar con la persona que está sufriendo en ese momento y llevarlo a un centro sanitario, ya sea público o privado, para que reciba la atención en salud mental».

En este sentido, el Sistema Provincial de Salud cuenta con la línea 135 de emergencia en depresión y conducta suicida, la cual funciona todo el año, las 24 horas: «Profesionales en salud mental dan una respuesta de contención en ese momento y se activa un protocolo donde trabajamos con el 107, los hospitales generales, bomberos, policía, gendarmería».

El psiquiatra recomendó a la sociedad que para evitar complicaciones ante una tentativa de suicida grave es importante contener a la persona en ese momento: «Tenemos que evitar usar una palabra ‘por qué’, la cual está relacionada con el sentir de esa persona a querer quitarse la vida o a atentar contra su cuerpo, es algo que deben tratarlos los especialistas en salud mental».