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Día Nacional de Ayuda a las Personas con Autismo

El jefe del servicio de Maduración y Desarrollo Infantil del hospital Nicolás Avellaneda, doctor Juan Pablo Molina, habló sobre la fecha escogida con motivo de la creación de la Asociación Argentina de Padres de Autistas (APAdeA) en Buenos Aires en 1994.

Molina comentó que dicha asociación fue puntal en la ayuda de varias familias que recibieron el diagnóstico: “Actualmente esta actividad no se centraliza solo en Buenos Aires, en Tucumán tenemos diferentes asociaciones que trabajan fuertemente y que son fundamentales a la hora de ayudar a las familias y a los padres que reciben por primera vez la noticia y deben emprender un camino arduo, desde asumir el diagnóstico, hasta armar un esquema de tratamiento, hacer trámites con obras sociales y muchas veces entre los padres se terminan asistiendo y aconsejando de la manera más acertada”, contó.

El profesional hizo hincapié en que la actividad normal del servicio se encuentra todavía algo restringida por pandemia, ya que los profesionales del servicio están afectados a guardias de febriles en algunos días de la semana: “Trabajamos para reducir la lista de espera y ponernos al día con las evaluaciones que quedaron pendientes luego del año más crítico de la pandemia. Actualmente estamos atendiendo de manera presencial y los seguimientos sí se realizan a través de telemedicina”, sostuvo el especialista al tiempo que resaltó esta época vino a exacerbar los síntomas de niños con autismo y a complejizar muchos aspectos de la escolaridad, lo cual se volvió un motivo de consulta significativo.

“Tenemos un promedio anual de 700 consultas aproximadamente, hay que tener en cuenta que las evaluaciones para arribar al diagnóstico de autismo llevan de tres a cuatro turnos por chico, con implicancias interdisciplinarias, por lo cual se requiere coordinar los turnos. Además no solo vemos autismo, sino que nos toca realizar diagnósticos diferenciales para otros trastornos del desarrollo relacionados con el lenguaje, la socialización y la conducta y en ese sentido se orienta a los padres y se indican tratamientos, comprometidos con los casos”, puntualizó Molina.

El referente hizo hincapié en la admiración que generan los padres y su lucha: “Cada uno lleva su proceso de la forma que puede, muchas veces la mayor parte de las cosas que se han logrado suceden por la presión de los padres que ejercen una influencia muy grande en todos los niveles de decisión y gestión, para lograr una atención cada vez más ampliada de todos los niños con sospecha de trastorno del espectro autista. Su solidaridad es ejemplar y digna de imitar en todas las esferas de la sociedad”, concluyó.