El Hospital del Niño Jesús cerró la Semana del Prematuro con una jornada de egresos y reconocimiento a las familias
En una emotiva actividad realizada en el Hospital del Niño Jesús, familias y equipos de salud compartieron un encuentro especial con motivo de la Semana del Prematuro 2025. La celebración incluyó actividades recreativas, reconocimientos y mensajes de acompañamiento, y se desarrolló con el apoyo permanente del gobernador Osvaldo Jaldo y del ministro de Salud Pública, doctor Luis Medina Ruíz.
Consultada al respecto, la directora del Hospital del Niño Jesús, doctora Inés Gramajo, expresó: “Para nosotros es un orgullo contar con un servicio pionero en la atención del prematuro, porque este trabajo permite proteger al prematuro, asegurar su futuro e impulsar su inserción social y laboral. Hoy, ver que están egresando con un avance tremendo y escuchar el agradecimiento de los papás junto al acompañamiento del hospital nos llena de orgullo; nuestro efector trabaja fuertemente con el niño y la familia. También quiero destacar el respaldo institucional y el acompañamiento permanente del ministro de Salud, quien apoya cada iniciativa y el trabajo con los pacientes prematuros. Muchos de estos niños nacen y continúan su seguimiento hasta los siete años, logrando un progreso significativo gracias al compromiso del equipo de salud”.
Por su parte, la jefa del Servicio de Seguimiento del Prematuro, doctora Paula Gabai, compartió detalles de la jornada y expresó la emoción del equipo al celebrar el egreso de los niños que llegaron al servicio siendo muy pequeños: “Para nosotros es una enorme alegría ver cómo crecieron y saber que todo el trabajo que hicimos ayudó a su progreso”, afirmó. Luego contó las actividades recreativas preparadas para la ocasión y resaltó la importancia de generar espacios lúdicos para las familias. “Vamos a hacer una mini maratón en la plaza, jugar a la rayuela que pintamos especialmente para esta fecha y, además, entregar diplomas y medallas a los cerca de 30 niños que egresan hoy”.
La especialista explicó que la prematurez en Tucumán representa alrededor del 10% de los nacimientos y que un 1% corresponde a casos extremos de mayor riesgo, destacando así la importancia del seguimiento continuo. También describió que el servicio cuenta con un equipo interdisciplinario compuesto por pediatras neonatólogos, especialistas en neurodesarrollo, secretarias, enfermeras y un kinesiólogo, realizando todas las interconsultas necesarias según cada patología. Finalmente, señaló que el acompañamiento familiar y el cumplimiento de los controles son fundamentales para proteger a los niños y favorecer su desarrollo.
Durante el encuentro, también se escucharon testimonios de madres que transitaron el camino de la prematurez. Natalia, mamá de Benjamín, relató que su hijo nació de siete meses con un kilo 495 gramos y recordó que, al principio, los médicos no le daban esperanza de vida. Luego compartió su experiencia y expresó: “Gracias a Dios lo tengo acá a la par mía; todos los médicos me atendieron bien, mi niño tuvo una buena atención aquí y en la Maternidad, y gracias al seguimiento hoy va a primer grado, tiene excelente letra y muy buenas notas. El acompañamiento del equipo de salud fue fundamental para el progreso”.
Por úlimo, Agustina compartió de manera emotiva la historia de su hijo Juan Cruz, quien nació a los seis meses con un cuadro complejo, múltiples problemas y distintas discapacidades. Explicó que actualmente presenta una parálisis infantil de tipo atáxica e histónica, y que la evolución que logró fue posible gracias al seguimiento especializado y al trabajo continuo del equipo interdisciplinario. Señaló que el acompañamiento profesional permitió avances significativos que marcaron una diferencia en su desarrollo.
Ambas madres dejaron mensajes de apoyo para otras familias, resaltando la importancia de mantener la fortaleza, confiar en la contención y el acompañamiento del sistema de salud y realizar los esfuerzos necesarios desde los primeros años. También remarcaron que es clave atravesar los procesos de duelo sin quedar detenidos y aprender a convivir con la discapacidad para poder avanzar en el desarrollo de los niños.































