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El hospital Padilla conmemoró el Día Mundial del Paciente Trasplantado

Tucumán se encuentra entre las provincias que más donantes de órganos tuvo en los últimos 10 años. El efector perteneciente al Sistema Provincial de Salud continúa siendo puntero en su trabajo de procuración y trasplantes de órganos; sin dudas un logro conseguido gracias a la gran solidaridad de la comunidad y el trabajo diario de todo un equipo sanitario.

El Ministerio de Salud Pública, que dirige el doctor Luis Medina Ruiz, a través de sus efectores y profesionales conmemoró una fecha tan importante como el Día Mundial del Paciente Trasplantado. Este 6 de junio, personas de todo el planeta se reúnen para generar concientización sobre este tema, fomentar una cultura de la donación de órganos y dar una oportunidad de vida a pacientes en lista de espera.

Al respecto, el jefe de la Unidad de Procuración y Trasplante del hospital Padilla, doctor Santiago Villavicencio, explicó: “El 70 por ciento de los pacientes que tienen falla renal es por dos motivos: la diabetes y la presión elevada. Son dos enfermedades que la mayoría de la comunidad tiene y es por ello que nos interesa sobremanera hacer difusión y una concientización seria. Son patologías que a largo plazo traen problemas severos”.

En este marco, afirmó: “El trasplante es un procedimiento de alta complejidad y estoy orgulloso de que se pueda hacer en el Sistema Público y dar accesibilidad a toda la población a un tratamiento de alto costo. Pero, sin donación esto es imposible. Debe haber órganos disponibles y es un problema a nivel mundial la falta de éstos para la cantidad de gente que los requiere. No estamos exentos a esto, pero sí trabajamos en forma seria, de manera que el hospital Padilla y Tucumán es una plaza muy fuerte en lo que respecta a donación en Argentina. Padilla fue cinco años consecutivos el primer hospital donante del país. En los últimos 10 años ha producido 833 órganos; hay mucha gente que se trasplantó en el país gracias a la solidaridad de la sociedad tucumana y el trabajo de la institución”.

Así también, la doctora Cortés de la Unidad de Trasplante Renal del efector expuso: “Hace casi 11 años que estamos trabajando aquí, estudiando a los pacientes para que puedan ingresar a lista de espera, acompañándolos en todo el proceso de trasplante, la cirugía, el post operatorio y los controles. Somos un grupo de muchos médicos y enfermeros que trabajamos para poder llegar al trasplante renal que hacemos en nuestra unidad. Hoy buscamos agradecer a la sociedad y aún más a todas esas familias que sufrieron la pérdida de un ser querido y decidieron tomar esa decisión crucial en un momento muy duro, como donar un órgano. Aquí nosotros hacemos trasplante renal, pero hay personas que reciben trasplante de corazón, pulmón; la vida de ellos depende de esto”.

Su colega, la nefróloga Silvina Piazza, parte de staff de la unidad, detalló que este día lo vivieron entre el personal de la institución, pacientes y familiares. Compartieron un desayuno, pintaron un mural en conjunto. Resaltó: “Más allá de que el paciente recibió un órgano, hablamos de qué significa para él; tiene que ver con su cambio de vida. Hay personas que estuvieron conectadas a una máquina mucho tiempo, dejaron de hacer sus actividades cotidianas como trabajar o estar con sus hijos. Porque a un paciente en hemodiálisis, esto le toma por lo menos cinco horas de su día; tres veces a la semana. El paciente con insuficiencia renal que está en diálisis cambia mucho su vida. En este sentido, hicimos una muestra sobre cómo a estos pacientes trasplantados le cambió la vida, pueden tener su negocio, dedicarse a otras actividades laborales, artísticas, entre otras”.

Interdisciplinariamente

El jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del establecimiento, doctor Juan Carlos Pons, comentó: “Tenemos un papel fundamental con el servicio de Trasplante. Desde hace muchos años que se fundó el servicio, nosotros nos encargamos de los pacientes con problemas metabólicos; con problemas de glucosa, diabetes, que serán trasplantados. Nos ocupamos del pre-trasplante metabólico, de toda la parte endocrinológica y la rehabilitación post trasplante de aquellos pacientes que eran diabéticos y continúan con esta enfermedad; o que no eran diabéticos y con la medicación, post operatorio y el tratamiento anti supresor, hacen una diabetes post trasplante. Entonces, en nuestro servicio existe un consultorio que lo dirige la doctora Romina Esparza que se dedica exclusivamente a los pacientes en rehabilitación”.

Luego, la médica cardióloga parte del servicio de la Unidad de Trasplante Renal del hospital Padilla, Paula Amaya, puntualizó: “El año pasado se cumplieron los 10 años de la creación de este servicio y esta actividad es para poder visibilizar lo que hay luego del trasplante. Detrás del trasplante hay un gran esfuerzo de los pacientes y del servicio de salud para el seguimiento mensual, que es importante, que involucra no sólo al personal de nuestro servicio, sino a todo el hospital. En este día de celebración, nosotros queremos concientizar y visibilizar el trabajo y agradecer la labor que se realiza”.

Por último, la profesional recomendó que las medidas saludables que debe tener una persona en su vida diaria sirven para todas las patologías. Lamentablemente hay personas que tienen algunas condiciones que son genéticas o hereditarias, por lo que a pesar de tener un cuidado responsable igual llegan a necesitar diálisis. Recordó que hay que disminuir el consumo de alimentos con sodio, tomar dos litros de agua por día, cesar con el tabaco, disminuir el consumo de alcohol, realizar actividad física y también cuidar la salud mental.

Testimonios

Raúl Rodríguez es uno de los pacientes que hoy honran su vida tras el trasplante: “Tengo una nueva vida, llevo 10 años de trasplante de riñón. Mi vida cambió muchísimo, puedo trabajar, salgo a andar en bicicleta, a caminar. Agradezco siempre a los doctores que por ellos puedo seguir con vida. Siempre cuidándonos, pero haciendo una vida normal. Controlando la medicación, llevando al pie de la letra las recomendaciones y cuidados de los médicos. Todos los meses vengo al hospital para control”.

Después, Eugenia, quien también recibió un trasplante de riñón, contó: “Ahora puedo trabajar y ser parte de la vida de mis hijos, como participar en los actos escolares. Lo que más me dolía era perderme de estas cosas, por lo que me cambio la vida. Ahora tengo una peluquería y pude reiniciar mi vida. En su caso, fue trasplantada hace cuatro años. Actualmente tiene 38 años, un hijo de 9 y tuvo que hacer diálisis durante 3 años. «Para mí esto fue un gran cambio, antes estaba encerrada y ahora puedo tener vida», finalizó.

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