El Servicio de Hemato-oncología cumple doce años
El 6 de septiembre de 2005 se inauguraron la Sala 12 y el Servicio de Hemato-oncología pediátrica en el hospital del Niño Jesús. A partir de ese momento el efector se convirtió en un centro de referencia en el noroeste argentino, que trabaja en conjunto con el hospital Garrahan mediante el protocolo de tratamiento.
Ubicado en el tercer piso del nosocomio, atiende de lunes a viernes de 7:30 a 14 horas y cuenta con una sala de internación exclusiva para niños que padecen estas patologías. Además atienden pacientes ambulatorios derivados de médicos de todos los CAPS, de otros hospitales y de hospitales de otras provincias vecinas como Santiago del Estero, Catamarca, Jujuy, Salta.
“Este servicio tuvo una pionera: la doctora María Nelly Ruiz, quien desde el principio cumplió el rol de maestra dedicando su vida al cuidado y tratamiento de los niños con cáncer. Hoy tenemos la mejor sala de internación y el mejor servicio de Hemato-oncología de toda la región. Contamos con la tecnología necesaria y un gran equipo de profesionales altamente capacitados en todo lo que refiere a hemato-oncología”, dijo la responsable del Servicio de Hemato-oncología, doctora Patricia Luna.
Aproximadamente el servicio recibe 50 pacientes por año y la prevalencia de las patologías se da en niños con leucemia, linfomas y tumores sólidos. “”En el caso de la leucemias y linfomas son los que mejores responden al tratamiento, logrando un 90% de recuperación en los niños”, contó Luna.
Además explicó que la relación que establecen con sus pacientes es muy cercana, se aferran mucho a los chicos y sus familias por el tipo de patología que se tratan en el servicio.
Por último, la profesional destacó que son muchos los chicos que llegaron al lugar con 4 o 5 años y hoy son padres, trabajan, estudian y llevan una vida normal. Además remarcó que es frecuente recibir visitas de los que alguna vez fueron sus pacientes.
Circuito del paciente
El niño llega y se les realiza un estudio hematológico, ya que posee laboratorio propio. Una vez finalizados los estudios complementarios, una pediatra del servicio realiza el diagnóstico, quien lo deriva al oncólogo para comenzar el tratamiento. En algunos casos son pacientes que quedan internados en la sala y otros de tratamiento ambulatorio.
El equipo está formado por 5 médicos oncólogos, 2 bioquímicas, 1 técnica de laboratorio, 1 psicóloga y 1 secretaria; la sala 12 es compuesta por 1 jefa de sala, 3 médicos, 6 enfermeros y 1 secretaria. La sala de internación, a diferencia del servicio, trabaja las 24 horas.