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El servicio de Medicina Reproductiva de la Provincia continua realizando tratamientos de baja y alta complejidad

El tocoginecólogo a cargo del servicio de Medicina Reproductiva del Instituto de Maternidad “Nuestra Señora de las Mercedes”, doctor Pablo Daniel Oliva, brindó información en el marco del mes del cuidado de la fertilidad, que se conmemora con motivo de celebrarse el Día Mundial de la Fertilidad el 4 de junio.

Al respecto el especialista explicó que se considera infertilidad a la imposibilidad de concretar un embarazo a lo largo de un año de mantener relaciones sexuales sin la utilización de métodos anticonceptivos. “A partir de ese tiempo de búsqueda de un embarazo sin lograrlo se considera la infertilidad, si bien hay que aclarar que la edad de la mujer es importante y cuando hablamos de mujeres de 35 años o más que están buscando un embarazo y no lo logran, se puede comenzar a estudiarla a partir de los 6 meses de intento”, dijo.

El servicio de Fertilidad de Maternidad atiende de lunes a viernes de 7:00 a 13:00 horas, está organizado en consultorios y cuenta con tres médicos especialistas que reciben a las pacientes. Los turnos se pueden obtener a través de la línea Salud Escucha, del Caps más cercano al domicilio de la paciente o por ventanilla en Admisión del hospital.

“En la primera consulta con el especialista se realiza una entrevista que dura entre 20 a 30 minutos y constituye el primer contacto que se establece con la pareja. Se hace un interrogatorio exhaustivo y se recorre toda su historia clínica ginecológica, los antecedentes personales y familiares de alguna enfermedad, quirúrgicos, si consume alguna medicación y a partir de allí interrogamos acerca del tiempo de búsqueda de embarazo, antecedentes de embarazos anteriores y si llegaron a término o si hubo pérdidas previas”, sostuvo Oliva, en tanto detalló toda esta información ayuda a definir si se trata de una infertilidad primaria o secundaria.

La infertilidad primaria implica que con la pareja actual de la paciente no se logró un embarazo, secundaria se considera cuando al menos ya se tuvo un embarazo, independientemente de si llegó a término o no. Posterior a la primera entrevista se comienzan a solicitar estudios básicos para la mujer que incluyen un análisis de la reserva ovárica -a través de un laboratorio hormonal que se realiza del segundo al quinto día del ciclo menstrual-, una ecografía transvaginal, un cultivo cervical y de flujo para descartar procesos infecciosos y una histerosalpingografía, que es un estudio radiológico contrastado del útero y de las trompas de Falopio.

En el caso del hombre se indica un espermograma que evalúa la calidad del semen. “Todos estos estudios se pueden realizar en la Maternidad, están al alcance de la institución y no se requiere derivar a otros efectores. En la segunda entrevista con el médico especialista la paciente trae los estudios y gracias a sus resultados podemos orientarnos hacia un diagnóstico y un pronóstico reproductivo probable sobre las causas de infertilidad”, sostuvo el referente.

“A nivel mundial la infertilidad afecta del 15 al 20 por ciento de las parejas y una de cada 6 realiza la consulta con el especialista. Durante el año 2020 el servicio se mantuvo cerrado por pandemia desde abril hasta julio, en agosto retomamos las consultas, que en principio fueron virtuales a través de Telemedicina, y desde septiembre se relanzaron las consultas presenciales con todos los protocolos y cuidados pertinentes, así como en el caso de los tratamientos de alta y baja complejidad que retomamos en el mes de noviembre y estamos desarrollando con normalidad”, manifestó Oliva.

En los tratamientos de baja complejidad se estimula la ovulación de la paciente con dos tipos de abordaje: Estimulación de la ovulación con relaciones sexuales programadas, donde se incorpora una medicación vía oral que se llama citrato de clomifeno y con esto se hace ovular a la paciente para que posteriormente la pareja mantenga relaciones sexuales durante tres días. La otra variante de baja complejidad es la inseminación intrauterina, para la cual se emplea medicación inyectable, con la diferencia de que se hace una capacitación del semen y una inseminación a través de un catéter.

Dentro de la alta complejidad se realiza lo que se conoce como fertilización in vitro y en este caso se busca unir en laboratorio el óvulo y el espermatozoide para formar el embrión y luego transferirlo por catéter al útero. “Las parejas deben cumplir con ciertos requisitos para recibir los tratamientos en el servicio, hay límites de edad -la mujer se recibe hasta los 43 años y 11 meses- y la pareja no debe contar con cobertura de obra social”, contó.

Cuidados de la Fertilidad

En lo que apunta a los cuidados de la fertilidad existe un decálogo por medio del cual se resaltan los puntos principales a tener en cuenta en la materia: El primer punto es realizar el control ginecológico anual desde la adolescencia o desde el inicio de la actividad sexual, lo cual permitirá detectar procesos inflamatorios o infecciosos que pueden traer consecuencias en la fertilidad. Estos controles deben incluir Papanicolaou, ecografías ginecológicas y mamarias.

El segundo insta a recibir la vacuna contra la rubeola en mujeres mayores de 15 años si no la recibieron durante la infancia, el tercero a mantener un control del peso ya que las pacientes en sobrepeso u obesidad pueden tener fallas o alteraciones en la ovulación, lo cual también lleva a problemas de infertilidad o riesgos en el embarazo de diabetes gestacional o hipertensión.

Otro de los puntos es abandonar el consumo de tabaco, alcohol y drogas; considerar el tiempo de la mujer para la búsqueda de embarazos sabiendo que la edad más fértil de la mujer se da de los 20 a los 30 años, para disminuir levemente de los 30 a los 35 y acentuarse a partir de los 35, por eso otro de los puntos es considerar el riesgo genético que implica un embarazo tardío, a partir de los 40 años.

La práctica periódica de actividad física y el mantenimiento de una dieta saludable que incluya frutas, verduras de hojas verdes y cereales, es importante por la necesidad de altas concentraciones de hierro y ácido fólico. Frente a signos de alerta realizar la consulta médica en tiempo y forma es otro de los pilares de los cuidados de la fertilidad: “La presencia de flujo vaginal anormal y de dolores en la región pelviana pueden relacionarse con endometriosis, enfermedad muy relacionada con la infertilidad, por lo cual se debe consultar”, dijo.

Dentro de los últimos puntos de este decálogo se destaca, en el caso de que hubiera una enfermedad oncológica, la importancia de acercarse al servicio si la paciente se encuentra en edad reproductiva, ya que se puede realizar criopreservación de óvulos que se efectúa antes de iniciar quimioterapia, ya que este tratamiento es muy tóxico para los ovarios. Finalmente se enfatiza la importancia de los métodos anticonceptivos de barrera para evitar enfermedades de transmisión sexual y de gérmenes que pueden ocasionar infecciones y obstaculizar la fertilidad.