Enfermedad renal: cómo detectarla a tiempo y qué hacer al respecto
La referente del programa de Salud Renal de la provincia, doctora Mara del Pino, explica de qué se trata esta patología, a quiénes puede afectar y cuándo es necesario acudir a la consulta médica.
“La enfermedad renal crónica es silenciosa, no se expresa con muchos síntomas en sus primeras etapas. Se trata de una patología evolutiva que cursa la persona a lo largo de los años, y se presenta como consecuencia por lo general de otras. Al ser una enfermedad que parte de otra entidad, siempre expresamos el conocimiento de cuáles son los factores de riesgo que pueden provocarla”, sostiene la especialista.
Si bien, comenta, hay patologías puras renales que son más floridas o con muchos síntomas y entonces más fáciles de detectar, hay que aclara que existen otras enfermedades que pueden partir de una entidad cardiológica o de problema del metabolismo como es la diabetes, y terminan complicándose en una enfermedad renal.
Hay otros factores de riesgo que también se suman a los más prevalentes (diabetes e hipertensión), estos son: sobrepeso u obesidad, tabaquismo.
Para diagnosticarla, cuenta la médica, se deben practicar un análisis de sangre y orina. Con esto el profesional evaluará los indicadores renales (análisis de proteínas en la orina y ese valor de Creatinina). “Sólo con un laboratorio de sangre y de orina nosotros ya podemos saber si el paciente tiene algún grado de enfermedad renal y si tiene algún daño renal a través de esa repercusión de su diabetes, de su hipertensión, su patología reumática o alguna patología crónica que pueda conllevar a una enfermedad renal”, añade.
Luego advierte que a pesar de que, durante los últimos dos años, los especialistas se centraron en el diagnóstico y tratamiento de pacientes con coronavirus, es importante continuar evaluando este tipo de patologías para prevenirlas o detectarlas a tiempo.
“De acuerdo con la etapa en que se encuentra el paciente, el médico es quien va a solicitar esta interconsulta con nefrología. Hasta un estadio 3 (intermedio) sigue siendo controlado por el cardiólogo, endocrinólogo y médico de cabecera. Lo que se trata de hacer es ajustar aun más el tratamiento de base, acompañar con el nutricionista y reforzar para que el paciente cambie sus hábitos para que sean saludables. Así tratamos de enlentecer la progresión de la enfermedad”, cierra.