El angiógrafo digital permitió realizar una cirugía sin precedentes en el Sistema de Salud Pública
Sentados en un largo pasillo de la Maternidad, Sandra y Mauro esperan junto a su bebé volver a ver a los médicos que salvaron sus vidas.
Sandra Slanis, de 37 años, cursaba la semana 34 de embarazo cuando una complicación en la placenta puso en riesgo su vida y la de su hijo. Equipos de profesionales del Centro de Salud “Zenón J. Santillán” y de la Maternidad “Nuestra Señora de las Mercedes”, realizaron con éxito la operación sin precedentes en el sector público.
“La afección que sufrió Slanis se llama acretismo placentario y es una adherencia anormal de la placenta a la pared del útero que, durante el parto, puede conducir a una hemorragia masiva”, explicó la directora de la Maternidad, Elena Hurtado. Agregó que se trata de un problema en aumento a nivel mundial debido a la elevada tasa de cesáreas y que requiere de una cirugía especial debido al alto índice de mortalidad que representa, especialmente en pacientes que tuvieron cesáreas anteriores, mayores de 35 años.
Después de 20 días la familia regresó a control. “Teníamos mucho miedo de perder a Valentino. Yo no tenía conciencia de la gravedad, pensé que era algo leve pero cuando estuve en terapia intensiva me dijeron que me tenían que hacer esta operación”, contó Sandra. Además, destacó la movilización que hubo por parte de los médicos ante su caso: “se organizaron por mí y por mi bebé. Decir gracias es muy poco para todo lo que hicieron, la profesionalidad y cordialidad que tuvieron con nosotros es algo difícil de ver todos los días”.
Hurtado destacó que “si bien en la provincia no se presenta con mucha frecuencia, es importante detectarlo precozmente en mujeres con factores de riesgo. Esto se realiza a través de eco doppler y resonancia magnética para determinar la presencia de placenta previa. Ambos estudios se realizan en el Hospital Padilla”.
Por su parte José Ochoa Pérez, médico coordinador de Obstetricia de la Maternidad, agradeció la colaboración del Ministerio a cargo de la doctora Rossana Chahla e hizo hincapié en el reconocimiento de factores de riesgo, el diagnóstico prenatal, la planificación de la estrategia quirúrgica y el enfoque multidisciplinario como pilares para la prevención de la mortalidad materna.
Finalmente se detalló que entre las funciones que se pueden realizar con el angiógrafo, se encuentra la de embolizar la arteria uterina (procedimiento para disminuir o eliminar el flujo sanguíneo de la misma) con un material que se reabsorbe, evitando hemorragias.
