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La Aterosclerosis aparece cada vez en gente más joven pero puede prevenirse

El médico cardiólogo de staff del hospital Ángel C. Padilla, Fernando Sarmiento, advierte sobre esta enfermedad que afecta a las arterias y no suele presentar síntomas hasta que termina en un caso grave como para obstruir la irrigación sanguínea. Qué hacer al respecto.

La Aterosclerosis, comienza diciendo el profesional, es un proceso que se desarrolla a lo largo de la vida y forma las famosas placas de colesterol. Éstas se van depositando en las arterias, normalmente en las carótidas, coronarias o de las piernas, y producen problemas en el paciente. Es un proceso que empieza usualmente desde la niñez y con el transcurso de la vida, por múltiples factores y algunas patologías, se acelera.

“Las enfermedades que ayudan a intensificar esta situación son, la diabetes, las patologías tiroideas, todo aquello que aumenta el exceso de grasa en el organismo ya sea porque el paciente lo incorpora a través de la comida o por una alteración del equilibrio normal del cuerpo; lo que lleva a que estas placas crezcan más rápido”, sostiene.

Y aclara que durante muchísimo tiempo, la Aterosclerosis es asintomática: “La progresión de la placa es como si fuera el sarro de una cañería, va creciendo de a poco, y probablemente hasta un nivel muy crítico del flujo de sangre, la persona no tendrá síntomas”.

Ahora bien, si aparecen los síntomas o signos dependen del territorio afectado; si son las arterias del corazón, la persona puede presentar dolor en el pecho, opresión que se manifiesta con los esfuerzos o por ejemplo con una caminata rápida o al subir una escalera. En las piernas, es muy común en los pacientes diabéticos aunque no exclusivo, hay dolor en las arterias de las rodillas para abajo, generalmente en las pantorrillas; esta sensación sede cuando se detiene el esfuerzo o el ejercicio. En el caso de la carótida, que lleva la sangre al cerebro, es más difícil de investigar porque el paciente no suele presentar síntomas previos y puede debutar directamente con un ACV.

“Cada vez vemos más esta patología en edades más jóvenes. Usualmente aparece después de los 50 o 60 años, pero ahora por los cambios de alimentación, el sedentarismo y el estilo de vida, se ven pacientes más jóvenes que la padecen”, señala.

Cómo detectarla a tiempo

El diagnóstico, explica el especialista, se realiza mediante un chequeo de rutina. Se pide un análisis de sangre que incluya colesterol y triglicéridos.

“En general, el abordaje es multidisciplinario porque lo vemos los cardiólogos pero puede ir asociado a otras enfermedades como la diabetes (de las más frecuentes); entonces compartimos el tratamiento con los endocrinólogos. Se detectan en el análisis de rutina los valores alterados. Las placas propiamente dichas cuando el paciente tiene algún síntoma, se hace un screening. Por ejemplo puede ser un Ecodoppler que ve el flujo sanguíneo a nivel de las arterias y se puede hacer sobre todo en piernas y cuello. Se puede detectar y definir el tamaño de la lesión, y de acuerdo a eso se hace el tratamiento”, añade.

Por último, el médico resalta que lo más importante para evitar este tipo de complicaciones es hacer un cambio de hábitos. “Con el avance de la modernidad, las personas se fueron haciendo más sedentarias, se come mucha comida chatarra con alto contenido en grasas. Recomendamos llevar una dieta más saludable, comer carnes magras, pescados, verduras, frutas; limitar las ingestas de grasas; hacer los controles periódicos de las enfermedades de base y después de los 40/50 años, practicar actividad física regularmente”, concluye.