Los argentinos consumen el doble de sal que lo que recomienda la OMS

En la “Semana Mundial de la Sensibilización sobre la Sal”, la División Nutrición del PRIS alerta sobre su alto consumo diario y brinda recomendaciones para evitar patologías.

“En Tucumán, el programa ‘Menos sal, más vida’ dependiente del PRIS, trabaja principalmente con las panificadoras en la reducción del contenido de sodio, fundamentalmente en el pan ya que se considera que es uno de los alimentos de consumo masivo de la población. Se está exigiendo a los establecimientos elaboradores que reduzcan un 2,5 por ciento el agregado de sodio en el pan, lo que no cambia su gusto o textura”, comenta la referente del programa, licenciada en Nutrición Agustina Terraf.

Y agrega que para demostrar esto, se realizan degustaciones de los productos que ya fueron reducidos en sodio. Se seleccionan algunas panificadoras que estén adheridas al programa para que la población deguste y se dé cuenta que no cambia en nada el sabor y por otro lado, colabora mucho en la reducción de la sal diaria.

En Argentina, el consumo de sal incluso duplica la dosis recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se supone que una persona debería ingerir 5 gramos de sal, pero en el país consume entre 10 y 12 gramos.

“También trabajamos en los operativos de salud en las plazas o en algunos hospitales, brindando folletería y concientizando sobre la alimentación saludable en general. Porque dentro de las consecuencias del alto consumo de sal, se presentan las enfermedades cardiovasculares (como la hipertensión arterial), renales, el sobrepeso y la obesidad (patologías que son transversales a todas), y cerebrovasculares”, manifiesta Terraf.

Y advierte que los alimentos dulces, como por ejemplo galletas envasadas o gaseosas, también tienen mucho sodio. “La sal de mesa común no es lo mismo que el sodio, éste se lo usa mucho con el conservante. Sin embargo, lo dulce también tiene sal”, cierra.

Consejos para cuidar el consumo de sal

Darle al bebé los alimentos naturales sin agregado de sal, para no generarle desde pequeño este hábito
Usar especias y condimentos como orégano, ajo, pimentón; para reemplazar la sal y darle sabor a la comida
No consumir muchos productos enlatados o envasados, ya que se los usa también como conservantes. Y en todo caso, sacar el líquido de las latas antes de consumirlas
Elegir productos con disminución de sodio o sin sodio
Fomentar el consumo de frutas, verduras, carnes, huevos, leches, yogurt, queso. Tener cuidado con queso duro que suele contener mucha más sal que los otros. Evitar el consumo de embutidos, y realizar una alimentación saludable en general
Una cucharadita de té al ras serían los 5 gramos de sal recomendados por la OMS para todo el día
Evitar el uso de la sal de mesa. No poner el salero en la mesa para no tentarse de usarlo