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Mitos y verdades sobre la lactancia materna

La referente del programa de Lactancia Materna del departamento Materno Infanto Juvenil del PRIS, doctora Iris Méndez, explica cómo debería ser este proceso tan importante para la relación madre-bebé y la nutrición del pequeño.

En nuestra sociedad existen decenas de mitos acerca de cómo, cuándo, y con qué frecuencia amamantar. En este sentido, la profesional arroja luz y brinda una serie de consejos para quienes son o serán pronto madres.

“Uno de los mitos más conocidos es que las madres con pechos pequeños no van a poder dar la teta. Esto no es así, porque dentro de la teta hay una glándula que produce leche permanentemente y lo que le da la forma en tamaño en realidad es la grasa del pecho. Si la glándula está en perfectas condiciones, aunque sea un pecho pequeño, igual produce abundante leche”, comienza diciendo.

Y continúa: “Hay abuelas o tías que suelen aconsejar a la mamá que no cargue demasiado al niño, porque lo va a malcriar. Esto es erróneo. En realidad se recomienda dar el pecho sin horarios fijos, a libre demanda, el bebé tiene que decidir cuándo comer y cuándo dejar. Esto previene a largo plazo, en la vida adulta, porque queda grabado en el cerebro para evitar la obesidad y la diabetes, actúa sobre el centro de la saciedad”.

Una tercera leyenda plantea que la mujer debe dar de mamar de ambos pechos, pero no es necesario que cada vez que la madre amamante al bebé sea de esta forma. El primer pecho debe quedar completamente vacío y ofrecer recién el segundo pecho. Lo primero que sale de la teta es agua, la cual calma la sed del bebé; en el último tramo de succiones, sale la parte grasosa de la leche que permite que el bebé aumente de peso, que se nutra. Esta sustancia mejora su nivel nutricional a nivel cerebral. “Con un solo pecho puede quedar saciado el menor, entonces en la próxima toma puede la mamá empezar a darle con el segundo pecho”, sostiene.

“En cuanto a la alimentación, muchas madres creen que porque ellas comen coliflor o repollo, esto produce cólicos al bebé, eso es falso. Lo que la mamá come, así sea un locro, no pasa por la leche de la madre. Eso se digiere a nivel del intestino de la mamá, no le va a afectar en nada los cólicos al bebé. Es normal que los chicos tengan cólicos hasta que sus intestinos comiencen a funcionar correctamente”, advierte Méndez.

Por su parte, las especias como el ajo o la pimienta, si les puede cambiar un poco el sabor de la leche de la mamá, pero eso es importante porque el bebé se irá acostumbrando a un pequeño cambio de sabor para que después de los seis meses cuando la mamá empiece a darle papilla, sepa que hay otros tipos de sabores.

“Justamente el lema de la Semana es la Lactancia Materna es protegerla entre todos. Desde la escuela, en el jardín de infantes, la docente enseñará a sus alumnos sobre la alimentación saludable. Después cuando son adolescentes, el médico ginecólogo empezará a hablar sobre el tema de la lactancia a las pacientes. Luego cuando la mujer tiene su bebé, en la sala de parto es importantísimo informarla para que la lactancia sea eficaz; no separar al niño de la madre y ponerlo en el pecho apenas pueda la mamá. Lo ideal es que antes de que pase una hora, empiece con la lactancia”, sugiere.

Finalmente, la doctora comenta que quienes necesitan más información o realizar una consulta, pueden hacerlo con los especialistas en lactancia materna de los hospitales con maternidades en la provincia, como son: Maternidad Nuestra Señora de Las Mercedes, Nicolás Avellaneda, Regional de Concepción, entre otros. También pueden comunicarse al teléfono: 0800-222-1002, opción 7.