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Paperas: cómo identificarlas, su prevención y tratamiento

La coordinadora del servicio de Pediatría del hospital Regional de Concepción, doctora Alejandra Poma, brinda una serie de consejos para que los padres puedan identificar esta enfermedad vírica y actuar oportunamente.

“La papera es una patología viral aguda que se puede presentar en el paciente sin que éste se dé cuenta; el virus puede estar entre 15 a 21 días, sin que produzca nada en el cuerpo. A veces se siente un poco de cansancio, fiebre y después de esos días, en la mayoría de los chicos aparece un malestar primero que puede ser dolores musculares inespecíficos, un poco de fiebre, y lo característico de este virus es una inflamación en la parte delantera de la oreja. Mucha gente lo confunde con ganglios en el cuello”, cuenta la especialista.

Y subraya que la papera se da siempre de la mandíbula para arriba, por delante de la oreja. Ya sea en un lado o ambos, aparece una inflamación que a veces duele, y esos días se puede acompañar de dolor abdominal, nauseas, vómitos, diarrea.

La vía de contagio es a través de la parte aérea. Cuando una persona está con el virus y tose, puede contagiar. Para ello se debe estar cerca de la persona infectada, y a través de las gotitas de Flügge que uno expulsa con la tos o la respiración, se hace el contagio.

La enfermedad dura entre tres y 15 días con síntomas, dependiendo del estado inmunológico de cada niño. Como es viral no tiene un tratamiento específico sino que tiene un tratamiento sintomático, es decir que se trata el síntoma prevalente.

“Se recomienda una dieta liviana, le damos mucho líquido al chico, si tiene fiebre lo medicamos para eso, y es importante el control médico cada dos o tres días. Los varones pueden presentar una inflamación en los testículos y las mujeres una inflamación ovárica que no se nota, pero se da como dolor abdominal en la zona baja. Incluso, a veces se presenta una inflamación del páncreas. Entonces al principio se les pide un estudio para ver justamente como esta toda esta parte, y si está bien, el tratamiento es en casa. Se hace reposo, no hace falta que el niño esté en cama, pero sí es importante que no practique deportes, que no ande en bicicleta, que no se golpee. Y luego se va viendo la evolución”, expone la médica.

Por último, recuerda que esta patología es prevenible gracias a la vacuna que existe. “Enfermedades como esta que antes eran muy frecuentes y a veces se complicaban, con la vacuna nosotros le damos una defensa. Con eso evitamos la parte grave de las infecciones. Hay una vacuna que se coloca al año de edad y se hace después un refuerzo a los cinco años, que es cuando los niños inician el jardín”, cierra.