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Parálisis Facial: Cuáles son sus tipos y cómo deben tratarse

La neuróloga del hospital Eva Perón, doctora Patricia María Camtra, se refirió a la problemática que afecta al nervio facial.

La parálisis facial es una lesión de dicho nervio que afecta su funcionamiento: “La función principal del nervio facial es la movilidad de los músculos de la cara, excepto los de la masticación, y es dicha movilidad la que se ve afectada ante una lesión”.

Existen dos tipos de parálisis facial, central y periférica. Las causas de ambas son muy distintas, así como sus pronósticos y la conducta a tomar ante cada una de ellas.

“La parálisis facial a nivel central tiene como origen una lesión de cerebro o de tronco cerebral -como un infarto, un ACV, un proceso inflamatorio- mientras que la periférica es un cuadro en general más benigno, producto de la inflamación aislada del nervio facial, sin compromiso del sistema nervioso central”, detalló.

“Lo primero que se observa es una asimetría facial, ya que la problemática siempre afecta a un lado de rostro, sea izquierdo o derecho. Hay una caída de la cola de la ceja, una dificultad para cerrar el ojo, un borramiento en el surco nasogeniano que va de la nariz a la boca y una caída de la comisura de la boca, a causa de una debilidad muscular”, puntualizó la especialista.

La duración de la parálisis facial dependerá de su origen, ya que si es de origen central el cuadro es más complejo y las secuelas más duraderas. La periférica, que es la más frecuente en consulta, habitualmente se instala en horas, empeora a lo largo de dos o tres semanas y posteriormente empieza a mejorar a lo largo de tres a cuatro meses.

“Las patologías que se asocian con la parálisis facial periférica son la diabetes mal controlada, la hipertensión sin controles y durante el embarazo también puede tener lugar, si bien suelen ser cuadros benignos y de buen pronóstico”, contó y agregó que el 70 por ciento de los pacientes se recuperan totalmente sin secuelas y que el mismo porcentaje sele ascender a un 85 por ciento si se realiza un tratamiento adecuado y oportuno dentro de los primeros tres días.

Una vez instalada el tratamiento indicado se basa en el uso de un ciclo corto de corticoides, que debe emplearse idealmente dentro de los primeros tres días de iniciados los síntomas. En cuadros más severos el tratamiento suele asociarse con antivirales, ya que se sospecha la presencia del virus del herpes simple.

“El estrés, la ansiedad, la angustia, la depresión pueden desencadenar una parálisis facial, no distingue edades, pero se ve bastante en pacientes mayores y en estudiantes en época de exámenes. Esta es una de las causas más frecuentes de consulta, especialmente lo notamos en contexto de pandemia y post pandemia”, finalizó.