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Personal del hospital Padilla realizó una Jornada de Prevención y Detección de Cáncer de Tiroides

El pasado viernes 23 de septiembre, pacientes y empleados de la institución pasaron por las pesquisas llevadas a cabo por la Unidad de Patología Glandular. Bajo esta modalidad, los médicos buscaron nódulos glandulares y dieron seguimiento a estos voluntarios. Por qué practicar el auto-chequeo.

La responsable de la unidad de Patología Glandular del hospital Ángel C. Padilla, doctora Mariela Luna, relató: “Quisimos con esta jornada dar conmemoración al Día Internacional de Cáncer de Tiroides que fue designado el 24 de septiembre. Es muy importante dar jerarquía a distintos elementos que podemos estar atentos en coincidir y buscar. Entonces toda aquella persona que al mirarse al espejo pueda visibilizar alguna malformación, un bulto en el sector anterior o lateral del cuello, o que al pasar la mano encuentre algo que sobresalga del cuello, eventualmente un dolor persistente en la parte anterior o lateral del cuello, o que esos bultos hayan encontrado asociado a ronqueras o dificultad en la claridad de la voz; debe hacer la consulta con el médico”.

Puntualmente, resaltó la profesional, las mujeres deben hacerse estos controles porque es más frecuente en ellas; aunque los hombres también pueden padecerla.

“La tiroides es una pequeña glándula en forma de mariposa, localizada a la altura de la nuez de Adán anatómicamente, y que es capaz de producir hormonas tiroideas. Es importante dejar en claro que muchas veces la glándula tiroidea tiene un funcionamiento adecuado que puede advertirse a través del dosaje de hormonas tiroideas, pero igual estar enferma desde el punto de vista morfológico. Esto sólo puede advertirse con la inspección, palpación y definitivamente se puede corroborar de manera más precisa con una ecografía”, explicó.

El paso posterior es cuando existan alteraciones ecográficas que el profesional considere relevantes, puede llegar incluso a una instancia previa a cualquier tratamiento quirúrgico que es la valoración citológica de los nódulos tiroideos. Se trata de una punción-aspiración con una aguja fina que se hace en manos de dos profesionales, el ecografista que marca el sitio exacto de la presencia del nódulo, y el patólogo-citólogo que introduce una pequeña aguja en el sitio marcado para tomar el material y ver qué tipo de celularidad se trata.

“La obtención de ese resultado con células benignas, intermedias o malignas, es la que va a permitir al endocrinólogo primero definir la conducta posterior y si verdaderamente ese paciente necesitará un tratamiento quirúrgico o no. Claramente debemos estar atentos a bultos, deformidades, dolor en la región anterior del cuello y eventualmente todo esto, acompañado de ronquera o dificultad de la voz”, marcó.

En este contexto, el personal del hospital realizó una jornada de 9 a 12 horas: “Esta unidad estuvo sensibilizando sobre esta enfermedad y ofreciendo a quienes se sentaron aquí voluntariamente la palpación de cuello. Actuamos a modo de pesquisa para posterior valoración en consultorio externo. Fue una jornada intensa, estuvieron presentes numerosos pacientes y compañeros empleados del hospital”.