Qué es la culebrilla o el herpes zóster
El herpes es una infección viral de características inflamatorias. Se manifiesta con pequeñas ampollitas cargadas de líquido en la piel que pueden ser dolorosas. Estas se rompen, ulceran, forman una costra y en ocasiones dejan cicatriz.
La jefa del servicio de Dermatología del hospital Avellaneda, doctora Silvia Molina, contó que existen diferentes tipos de herpes y que lo que tienen en común es la capacidad de producir una infección primaria, permanecer en estado latente para luego despertar y producir infecciones recurrentes
“El herpes zóster es la enfermedad que se conoce popularmente como culebrilla, es el virus de la varicela zóster. La infección primaria es una varicela y la recurrencia es el herpes zóster. Luego de la primera manifestación el virus migra a células nerviosas y permanece en estado latente”, explicó Molina.
A su vez, la profesional indicó que el mismo puede tener diferentes formas químicas: “Es decir que puede aparecer en distintas ubicaciones, se expresan a través de erupciones en el pecho, la espalda, los brazos o alrededor de la nariz y los ojos. Lo que llama la atención es que se manifiesta por un síntoma importante que es el dolor. Puede ser un hormigueo que luego será el brote y al cabo de un día aparecen un grupo de vesículas que es lo que caracteriza a la enfermedad”.
La sensación es de quemazón o de hipersensibilidad en la piel que comienza varios días antes de la aparición de las lesiones en la piel. Las ampollas que se producen, luego se rompen y forman costras. En total, el proceso de manifestación dura unas dos o tres semanas, aunque el dolor en la piel puede persistir mucho tiempo más.
En este sentido, Molina sostuvo que la duración de la enfermedad dependerá del estado inmunológico del paciente. “Es común que en los niños esta enfermedad pase desapercibida, a diferencia del adulto que sufre mucho más dolor. Es por eso que es necesario controlar el avance de las lesiones para evitar que se produzcan sobreinfecciones bacterianas en la piel lastimada. Otra complicación conocida es la neuralgia pos herpética que es la persistencia del dolor”.
Por último, recomendó que ante síntomas hay que concurrir al médico y no automedicarse.