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Qué se conoce hasta hoy sobre los casos de hepatitis aguda grave en niños

El jefe del servicio de Gastroenterología y Hepatología del hospital Centro de Salud, doctor Carlos Garrocho Machado, brinda información actualizada sobre dicha patología y cómo afectó a los menores. Los avances según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“La hepatitis es un proceso inflamatorio del hígado que puede ser producida por diversos motivos: virus, mecanismos autoinmunes cuando el organismo desconoce sus propias células, ciertos medicamentos, alcohol. En concreto es l inflamación del hígado producida comúnmente por virus hepatotropos, es decir que tienen la capacidad de reproducirse en dicho órgano; estos son los virus de la hepatitis A, B, C, D y E”, expone el referente.

Por otra parte, existen los virus no hepatotropos, tales como el herpes simple tipo 1, 2, citomegalovirus, mononucleosis; los cuales no se reproducen en el hígado, pero pueden tener un impacto en él generando problemas.

“El pasado 15 de abril, la OMS dio un primer informe de una hepatitis aguda grave, de causa desconocida, la cual se está investigando. Fundamentalmente se presentó en niños entre los 10 y 16 años. Aproximadamente tenemos más de 300 casos, pero se encontraron que 18 pacientes estaban relacionados con el adenovirus, que es un virus que tiene relación con el aparato respiratorio y digestivo en los niños, produciendo diarrea. Luego se encontraron 20 casos relacionados al Sar-Cov-2, y alrededor de 19 casos que tenían una combinación de ambos virus”, puntualizó el profesional.

Sin embargo, el especialista apuntó que estos pacientes por ser menores, varios no estaban vacunados: “Entonces no se puede adjudicar el problema a la vacuna. En esta última semana, hubo algunos avances que se publicaron en la revista especializada The Lancet, donde se expuso que los chicos primero adquirían el adenovirus, haciendo una especie gastroenterocolitis y posteriormente progresaban al desarrollo de una hepatitis. Estos pacientes, generalmente habían tenido o estaban cursando COVID-19. De este modo, el coronavirus quedaba anidado o encapsulado en el intestino y generaba un superantígeno que creaba una molécula que destruía las células del hígado, produciendo hepatitis”.

Si esto resulta cierto, agregó el médico, existiría una opción terapéutica con el uso de inmunomoduladores.

“Si bien un buen porcentaje de los chicos pudo recuperarse, un 10 por ciento de ellos tuvo que realizar un trasplante hepático. De ahí nace, aconsejar a las familias seguir las mismas medidas de bioseguridad de COVID: lavarse bien las manos, uso de alcohol, lavar bien las frutas y verduras, porque es un virus que tiene eliminación por la materia fecal. Hay que observar si los niños tienen color de los ojos amarillo y chequear el color de la orina si es oscuro (caoba); en ese caso deben inmediatamente llevarlos al pediatra para evaluarlos”, concluyó Garrocho Machado.

Cabe destacar que, la hepatitis aguda grave que comienza con trastornos de coagulación, el paciente debe ser derivarlo a un centro de trasplante, porque si hace una encefalopatía se transforma en una hepatitis aguda fulminante, y la única solución que tiene es trasplante; destacó el médico.

Finalmente, invitó a la comunidad ante la menor duda, consultar con el servicio que atiende de lunes a viernes en el consultorio de Gastroenterología y Hepatología.