Realizaron una jornada virtual para la gestión de crisis y el fortalecimiento de los equipos de conducción en Salud
Destinada a directores generales y de Nivel Central de hospitales de referencia, áreas programáticas y operativas del Sistema Provincial de Salud, se llevó a cabo el pasado 2 de septiembre. El programa contó con disertantes a nivel provincial y nacional.
Consultada al respecto, la integrante del Equipo Regional de Emergencias Sanitarias OMS/OPS, doctora Silvia Graciela Bentolila, se refirió a este encuentro como parte de un proceso que viene llevando adelante Tucumán para “cuidar al que cuida”.
“La provincia tiene antecedentes de años de venir trabajando en la conciencia de que es necesario cuidar a quienes forman parte de los equipos de salud, la llamada primera línea de respuesta. Entonces, este encuentro se da en el marco de la pandemia, viendo la necesidad de tener un espacio especial para los equipos que tienen un rol de gestión. Hablamos de personas que tuvieron una tarea titánica en el contexto de organizar la respuesta sanitaria ante la pandemia”, detalló la referente.
En la jornada misma, Bentolila abordó la temática: “Estrategias de manejo del estrés en los equipos de gestión de salud”.
“Quienes lidiamos permanentemente con el sufrimiento humano y particularmente frente a una situación que genera un altísimo nivel de incertidumbre como la pandemia, utilizamos lo que se llaman mecanismos de defensa. Esto nos permite intervenir sin sucumbir a la angustia de ver a otro ser humano en condiciones extremas, y se llama disociación operativa”, explicó.
De esta forma, expuso, el profesional puede poner la mente en frío e intervenir con los protocolos. Sin embargo, este mecanismo muchas veces distancia al médico de percibir y conectar con su propio sufrimiento, con las señales que envía su propio cuerpo.
“Empezamos a no registrar cuando estamos cansados, con hambre, con sed; estamos bajo las hormonas del estrés activadas permanentemente. Y en esas circunstancias nos ponemos en riesgo de agotamiento. Por otra parte, la comunidad tiene la expectativa y exigencia de que nosotros resolvamos todas las situaciones, tenemos demandas internas y externas potenciadas”, señaló.
Finalmente resumió: “La salud mental en emergencias y desastres es pragmática, y es necesario tener estrategias para, por un lado, reducir el impacto del estrés; y por otro, estrategias concretas que nos permitan reintegrar esa emoción disociada para reducir el riesgo que tenemos de desoír nuestro propio sufrimiento”.
