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Salud, Educación y el CONICET se unieron para mejorar la alimentación de los niños tucumanos

Tras un diagnóstico de situación, las instituciones trabajaron juntas para crear productos alimenticios con mejoras nutritivas para brindar a los menores de edad, sobre todo aquellos en edad pre-escolar y escolar.

“Por pedido del gobernador Juan Manzur comenzamos a trabajar en un diagnóstico de situación de la provincia sobre la nutrición infantil. Empezamos a investigar a los niños desde los recién nacidos hasta los seis años, son 216 mil chicos de los cuales pudimos analizar a 92 mil. Así trabajamos articuladamente con el CESNI, a cargo del doctor Esteban Carmuega de Buenos Aires, quien con todo su equipo capacitó durante un año a todo el Sistema Provincial de Salud para poder hacer un diagnóstico correcto. Y esto tuvo que ver con las medidas antropométricas del niño (peso, talla) y cómo estandarizar estas medidas para poder compararlas”, comenzó explicando la titular de la cartera sanitaria, doctora Rossana Chahla.

Y continuó: “Así fue que trabajamos durante un año con este proyecto que está coordinado por el doctor Gustavo Vigliocco, y con todo el equipo del CESNI. En el 2018 ya teníamos un diagnóstico de situación de nuestra realidad en Tucumán, donde tuvimos resultados muy interesantes. El 16,6 por ciento de los niños tenía obesidad, mientras que el 18 por ciento mostraba sobrepeso. Esto habla de que un 34 por ciento de nuestros niños con una mal nutrición. A diferencia de lo que uno pensaba que había una desnutrición, hubo muy pocos casos de chicos en riesgo nutricional, lo cuales fueron abordados. Pero lo que nos llamó la atención es el estado de nutrición de los niños con sobrepeso. Fue así que comenzamos a estudiar los determinantes de la salud, los factores y condiciones que intervienen en la salud de estos niños”.

En este marco, personal de Sistema Provincial de Salud desde los agentes socio sanitarios, nutricionistas, médicos generalistas y pediatras, se formaron al respecto.

En primera medida, la funcionaria, detalló que se dio importancia a la paciente embarazada, quien  tiene luz verde en el Siprosa y debe ser atendida en cualquier lugar, a cualquier hora. Lo que se busca es entonces evitar estas complicaciones y enfermedades desde la panza de la mamá.

Se hizo hincapié en la consejería previa para que las mujeres queden embarazadas cuando sea el momento más oportuno. “Además se generó un link que está en la página web del Ministerio de Salud (http://msptucuman.gov.ar/) donde se pueden inscribir y anotar las embarazadas, allí le hacemos todos los recordatorios, los controles que debe hacer, para saber qué debe realizar en cada momento de su embarazo”, comentó Chahla.

Por otra parte, se trabajó en los 1000 días que van desde los 270 del embarazo más los 730 de los primeros dos años de vida del niño, donde el desarrollo de su cerebro puede llegar al 50 por ciento, es decir donde más cuidado deben tener los pequeños para una vida sana.

En tanto, el ministro de Educación, doctor Juan Pablo Litchmajer, se refirió al proyecto: “Salud, Educación y Ciencia, es una combinación virtuosa, porque estamos hablando de innovación tecnológica que genera un impacto positivo en las capacidades cognitivas y en la salud de los niños dentro del programa ‘Salud + Escuela’. Las escuelas son naturalmente un espacio de referencia para las familias, para la sociedad, son el pulmón de los barrios, referencia en las ciudades. Y vemos con beneplácito al extraordinario trabajo de la doctora Chahla, y el doctor Vigliocco, y por supuesto el invaluable aporte de nuestros científicos y científicas tucumanos bajo la figura del doctor Atilio Castagnaro, que nos permite desarrollar productos que cuenten con las capacidades nutricionales y que a la vez nos permitan mejorar la alimentación de los chicos”.

Calidad nutricional

El subsecretario de estado, doctor Gustavo Vigliocco, manifestó: “Estamos trabajando en el desarrollo de algunos alimentos para los niños menores de dos años, pre-escolares y escolares. Vamos a tratar de utilizar las características culturales y sociales del norte argentino que es el consumo de mate cocido y tortilla, y brindarles mejor valor calórico, energético y sacar las propiedades negativas que tiene para la salud”.

Finalmente, el director del CONICET, doctor Atilio Castagnaro, dijo: “Concretamente, llegamos a distintas pruebas de concepto que es cuando determinamos que algo es como lo habíamos pensado en el experimento y sale bien. La formulación de una tortilla que tendrá como ingredientes agregados harina de soja que le dará un valor nutricional muy alto, que no lo tiene la tortilla común, porque esta nueva tiene proteínas vegetales, aminoácidos esenciales que no lo tiene de origen animal, y a su vez una grasa que vendrá del propio aceite de la soja. De este modo, le vamos a incorporar estas propiedades que hará que sirva no sólo para los niños sino también para las embarazadas. Luego llevaremos a cabo una formulación de la yerba mate que evite las propiedades que tiene negativas, como el quelante de hierro, y potenciar las buenas propiedades de esta infusión que es muy buena”.

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