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Salud Mental: un pilar clave frente a la adversidad de la pandemia

El titular de la Dirección de Salud Mental de la provincia, doctor Walter Sigler, recapituló todas las acciones y programas que se llevaron a cabo para contener a pacientes y trabajadores sanitarios. Los desafíos que afrontan desde hace un año y medio.

“En diciembre del 2019 cuando la ministra de Salud empieza con el plan de contingencia inicial, Salud Mental es convocada para dar cumplimiento a las sugerencias de la OMS que tiene que ver con gestionar el pánico en etapa de pandemia. Tratar el pánico, el miedo, la inseguridad, no como una enfermedad, sino en base a lo que producen las catástrofes, los desastres naturales, en este caso debido al coronavirus”, recuerda el referente.

Para ello, la comunicación fue muy importante, entendida como una respuesta institucional desde el Ministerio de Salud, dando informaciones precisas, haciendo prevención y psico-educación.

Respecto a la población que tenía tratamiento de salud mental, cuenta, buscaron garantizarle la asistencia para no descuidar sus patologías de base y continuar con la provisión de la medicación. De este modo las personas con trastornos mentales severos, recibieron del SIPROSA los remedios correspondientes.

“A medida que se fue flexibilizando la situación, con el retorno a la provincia de personas que habían quedado varadas afuera del país o en otras provincias, se creó todo un protocolo porque debían aislarse. Entonces se conformaron centros de aislamiento preventivo, los mismos estaban en algunos nodos de Tucumán como: Casa Canan en Concepción, Horcomolle, Complejo Ledesma, hogar escuela en San Andrés, por nombrar algunos”, sostiene.

Allí actuaron equipos interdisciplinarios formados por trabajadores sociales, agentes sanitarios, médicos, psicólogos y en algunos casos psiquiatras. “Estos pacientes estaban con muchos miedos, sabiendo que tenían que aislarse y sin tener certeza de si estaban infectados o no. Ahí tuvimos que trabajar mucho con estos equipos para contenerlos”, agrega Sigler.

En este marco, desde la Dirección también se priorizó al personal de la salud, sobre todo en los meses pico como fueron junio, julio, agosto y septiembre del 2020. “Había que cuidar mucho al personal que estaba en las primeras líneas, en terapias intensivas y unidades de cuidados críticos de los hospitales que internan pacientes COVID, como son Centro de Salud, Avellaneda, Eva Perón, Padilla, Concepción, Monteros. Asimismo, contener a todos los trabajadores expuestos de sanidad de fronteras”, subraya.

Las nuevas tecnologías y su aporte esencial

“Se instalaron líneas telefónicas para atención a la comunidad en general. Fueron líneas puestas a disposición para que las personas que no se podían trasladar a esos centros, pueden hacerlo. Además, comenzó la atención con telemedicina, una respuesta inmediata que puso el Ministerio para contener a personas que ya tenían patologías de base (cardiopatías, diabetes, todo tipo de consultas) que se hicieron de manera interdisciplinaria, donde psicólogos y psiquiatras se instalaron en el punto cero y continúan hasta hoy”, expone el director.

En la actualidad

“La población en general tiene hoy todos los consultorios de salud mental que ya están a disposición y habilitados para trabajar: CAPS, policlínicas, hospitales de segundo y tercer nivel. Cuentan con los hospitales de referencia (Padilla, Eva Perón, Avellaneda, Centro de Salud, Maternidad, hospital de Niños), los cuales tienen sus servicios de salud mental. Y por supuesto los hospitales de referencia (Obarrio, Del Carmen) y la guardia del hospital Padilla nunca dejaron de trabajar, las 24 horas, durante toda la pandemia”, acota.

Por otro lado, la asistencia a las adicciones, también encontró su lugar en estos meses: el centro de rehabilitación Las Moritas, donde se hace contiene y asiste a personas que están en condiciones de rehabilitación. Incluso hubo un incremento del 7 al 8 por ciento, entre el 2020 y 2021, en consultas en adicciones.

Las personas que realizaron tratamientos en esta temática, no hace falta que saquen turno, comenta Sigler. Si tienen deseo de retomar, deben dirigirse directamente al hospital Avellaneda, al servicio de Adicciones que trabaja de lunes a viernes de 8 a 18 horas.

“Para el Ministerio de Salud Pública siempre fue importante cuidar a su personal. Por ello, la señora ministra instaló el programa ´Cuidar a los que nos cuidan´, donde se atención presencial a todo personal de salud. No se requiere turnos prolongados, es más bien una atención espontanea, con asistencia de psicólogos y psiquiatras. En Lamadrid 428 donde funciona el hospital de día del Obarrio. Si necesitan contención telefónica, hay atención las 24 horas, en el teléfono 3813719716. Estamos a disposición”, asegura.

Finalmente, hace hincapié en el programa “Acompañar”, pionero en Tucumán, que permite de de manera protocolarizada, que un familiar pueda visitar a un paciente internado grave de COVID. Este proyecto tiene en cuenta la contención psicológica y espiritual, de todas las religiones.

“Hay centros de atención que son específicos para la población infanto-juvenil: servicios interdisciplinarios del hospital de Niños, Avellaneda, Eva Perón, Obarrio, Del Carmen. Donde tenemos psiquiatras infanto-juveniles que trabajan junto con el resto de los miembros de equipo. Pero por supuesto, la consulta también se puede hacer en un CAPS, policlínica, hospital de segundo nivel, donde los profesionales dan respuesta y si hay algún tipo de interconsulta, se deriva a estos servicios”, manifiesta.

Para turnos programados, comunicarse con Salud  Escucha (08004444-999)