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“Siempre es posible salir adelante. Yo lo hice, sé que se puede”

Este es el mensaje de Mercedes Lizárraga. Ella y sus compañeros de ‘Ecos de Vida’ y la Escuela de Pacientes Trasplantados del hospital Padilla: Soledad Ortiz, Sofía Bellido, Érica Romano, Mirta Miranda, Pedro Flores, Mirta Albornoz, Fátima Tejeda y Tania Díaz participaron en los Juegos Patagónicos y trajeron a casa medallas y experiencias de superación.

Los juegos se desarrollaron por primera vez en la ciudad de Esquel, Chubut, del 14 al 16 de noviembre. Participaron de este encuentro federal más de 60 trasplantados de todo Chubut y de distintos puntos del país entre los que se destacaron Tucumán, Mendoza, San Juan, La Rioja, Jujuy y Santiago del Estero.

Natación, ciclismo, vóley, pádel, tenis, tejo, tenis de mesa, petanque, atletismo con sus distintas pruebas de campo como jabalina, bala, salto en largo y alto y de pista, como carreras de 100 metros, 800, 1600 y 5 kilómetros, entre otras, son algunas de las disciplinas en las que se compitió.

La encargada del área social del Departamento de Procuración y Trasplante del hospital Padilla, licenciada en Trabajo Social Gisselle Valenzuela, comentó que todo este sueño empezó hace 2 años aproximadamente, cuando se formó un grupo compuesto exclusivamente por pacientes trasplantados renales, con la idea de hablar de trasplantes desde la perspectiva del paciente.

“El objetivo era poder hablar en primera persona y sobre todo, formar en quienes habían sido trasplantados, verdaderos promotores que pudieran educar y guiar a pacientes nuevos. Así nació “Ecos de Vida” y nuestra Escuela de Pacientes”, contó la referente.

Una vez que empezaron a trabajar juntos, comenzaron a surgir otras actividades e invitaciones, entre ellas la de participar en los juegos. “El año pasado nos llegó la invitación y trabajamos vendiendo rifas, haciendo loterías y también recibimos el apoyo de gobiernos locales, de las municipalidades de San Miguel, Yerba Buena, Tafí Viejo, Banda del Rio Salí y de la gente que nos ayudó apenas supo lo que queríamos hacer”, continuó Valenzuela.

Sobre la experiencia Valenzuela enfatizó que es fundamental posicionar a los pacientes de un lado activo y protagonista, para que sean ellos mismos quienes difundan lo vivido y que esa vivencia llegue a los pacientes que no pudieron participar.

“Los juegos implicaban no solo retomar la rutina de antes del trasplante, sino tomar las riendas de una vida saludable y deportiva, algo muy importante para los cuidados post trasplante. Ellos participaron en rubros individuales como lanzamiento de bala, jabalina, carrera de 100 metros y marchas. Tuvimos la gran ayuda de un paciente trasplantado, el señor Juan Pablo Juárez, que colaboró en el entrenamiento planteándoles rutinas a los chicos, que también practicaron en sus casas”, sostuvo la profesional.

De 11 rubros en los que participaron, los tucumanos ganaron entre primero, segundo y tercer lugar varias medallas, superando ampliamente las expectativas con las que viajaron al sur del país.

“Se puede, yo pude. Todos lo logramos”

Mercedes Lizárraga fue la más galardonada del grupo. Ganó medalla de oro en jabalina, disco y bala. Oriunda de Leales, Mercedes de 36 años, fue trasplantada hace 4 y si bien había competido en disciplinas deportivas anteriormente en Mendoza, estos juegos tuvieron para ella un gusto dulce gracias a los vínculos de compañerismo que enriquecieron esos 7 días juntos.

“Fue muy hermoso confirmar que sí puedo, si bien yo desde antes tenía la costumbre de entrenar y me gustaría estar aún mejor preparada para participar el año que viene. La experiencia con los compañeros fue lo más positivo, me apoyaron en todo sentido y la idea es que cada vez se una más gente y llegar juntos más lejos”, contó.

“Después de salir del hospital estas iniciativas son un incentivo. Esta es nuestra segunda casa, aquí con solo venir me cambia la vida. Yo a quien me escuche le diría que nunca se rinda, siempre es posible salir adelante, lo sé porque yo lo hice, yo pude, se puede”.

Pedro Flores recibió su trasplante hace 3 años, y desde entonces no realizaba deportes, confiesa que volver a entrenar fue difícil, pero se siente pleno por haberlo logrado: “Para mí fue único. Este grupo es hermoso, ya vamos haciendo juntos varias locuras y nos están saliendo todas bien”.

Soledad Ortiz, por su parte, fue trasplantada hace 7 años y reflexionó acerca de los preconceptos que atemorizan a muchos de los que atraviesan un trasplante: “Nuestra condición de salud era muchas veces sinónimo de impedimento, pero fue increíble ver todo lo que trabajamos, cuanto nos colaboraron para que esto fuera posible, Hace 5 años yo estaba en silla de ruedas por las diálisis, ahora gané la medalla en marcha de 10 metros y una de tejo”.

“La vida después del trasplante no es solo vivir entre medicaciones, controles y no hacer más nada. Se puede ganar una olimpiada, correr una carrera, hacer una obra de teatro, vamos conquistando otras dimensiones de la vida. Después del trasplante se puede seguir viviendo y tenemos que agradecer el apoyo del hospital que fue contundente, de las localidades a las que pertenecemos y a Gisselle, sin ella no hubiéramos hecho nada”, concluyó Soledad.

Cabe destacar y transmitir los agradecimientos del grupo a la dirección del hospital en la persona de la doctora Olga Fernández; a quienes encabezan el equipo de la Unidad de Trasplante: doctor Santiago Villavicencio, doctora Fabiana Seu y licenciada Beatriz Páez. Los acompañan en cada paso además la licenciada Paola de la Cruz y la licenciada Cecilia Conti.

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