Tipos de atragantamiento y ahogo en niños: causas y consecuencias
El jefe del servicio de Endoscopía del hospital del Niño Jesús, doctor Carlos Mariotti, explicó que hay dos caminos por los que puede ingresar un cuerpo extraño: uno es mediante la aspiración, por la vía aérea, y el otro por la ingestión, por el tubo digestivo al esófago.
¨En el caso del ingreso hacia el esófago, se puede dar con objetos pesados como monedas, colgantes, juguetes, entre otros. En cambio, las que se introducen por la vía aérea, suelen ser objetos livianos como semillas de todo tipo, pedacitos de plástico, etc. Muchas veces hemos sacado chinches del pulmón, clavos, tuercas, tornillos, resortes, capuchones de lapiceras, y demás¨, agregó el referente.
En este sentido, Mariotti dijo que, generalmente, la aspiración de cuerpos extraños se da en chicos de 3 años para abajo: ¨Esto ocurre porque en esas edades los niños suelen explorar mucho con la boca¨.
Los síntomas que puede presentar un niño que ingirió algo, como por ejemplo una piedra, una moneda o un pedazo de juguete son: dificultad para poder ingerir alimentos, dolor al tragar y pérdida de peso: ¨Cuando el cuerpo extraño se va a la vía aérea, en un primer período llamado agudo, el chico se ahoga, le falta el aire, comienza a toser y a dar manotazos. Si el niño aspiró un cuerpo grande, puede quedar trabajo en la laringe y producir la muerte¨, alertó el especialista.
¨En el caso de que el objeto se dirija a la tráquea, el chico comenzará a toser repetidamente, puede ponerse color morado, intentará sacárselo de cualquier manera, hasta que puede alojarse en el bronquio. Si el objeto se instala allí, hay un momento traicionero, ya que se reducen mucho los síntomas en el paciente¨, advirtió el jefe del servicio.
Por otra parte, el referente habló sobre los casos que pasan más desapercibidos como cuando ocurre una sofocación sin presencia de un adulto presente viendo la escena, por lo que se queda el objeto alojado en un bronquio, corren los días, se juntan secreciones, se produce una neumonía, fiebre y bronquiectasia: ¨Sumado a todo esto, muchas veces los niños no dan aviso por miedo a ser retados o por pensar que ya están bien y la situación se agrava a medida que pasan los días¨.
Para finalizar, a modo preventivo, Mariotti recomendó a los padres evitar que los niños ingieran semillas de todo tipo, no dejarles a mano costureros donde pueden agarrar botones, bolillas y pelotitas: ¨No darles juguetes que se desarman en pedacitos y a los bebés darles juguetes que sean más grandes que el tamaño de sus bocas¨. Por último, aseguró que las pilas botones también son altamente peligrosas porque queman el esófago.