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Una historia de esfuerzo y vocación: la trayectoria de Macarena, una especialista en cirugía pediátrica

Hoy, en el marco del acto de colación de la promoción 2024 de residentes, presidido por el ministro de Salud, doctor Luis Medina Ruiz, la doctora Macarena Mendoza, oriunda de Santa María, Catamarca, recibió su diploma como especialista en cirugía pediátrica. Actualmente se desempeña como jefa de residentes en el hospital del Niño Jesús, un cargo que refleja su dedicación y compromiso con la salud infantil.

Su historia es un ejemplo de esfuerzo y sacrificio, ya que, desde muy joven, tomó la difícil decisión de dejar su hogar en los Valles Calchaquíes para estudiar medicina en Tucumán. A lo largo de su formación, Macarena enfrentó innumerables desafíos, entre ellos, la pandemia de COVID-19, que marcó el inicio de su residencia. Pero su vocación y el apoyo incondicional de su familia fueron claves para superar las adversidades y alcanzar su meta.

Consultada sobre su experiencia, Macarena destacó la relevancia de su residencia en cirugía pediátrica y su actual rol como jefa de residentes en el hospital del Niño Jesús. Este cargo refleja tanto su dedicación profesional como el orgullo de haber alcanzado tan importante logro. Además, señaló que su historia no solo se basa en el esfuerzo académico, sino también en los sacrificios personales que implicó estudiar lejos de su hogar en los Valles Calchaquíes, Catamarca. En sus propias palabras, fue un desafío mudarse a Tucumán desde muy joven para comenzar la carrera de Medicina y luego ingresar a la residencia en plena pandemia, lo que sumó una capa adicional de dificultad a su formación.

Siguiendo esta línea, la doctora explicó las particularidades de su especialidad, la cirugía pediátrica, una de las ramas médicas más complejas: “Somos pocos los cirujanos pediátricos en la provincia de Tucumán. Cuando un niño sufre un accidente o se enferma gravemente, somos nosotros los que intervenimos en el hospital de Niños. La residencia abarca desde neonatos hasta los 14 años, y muchas veces, más allá de tratar al paciente, lo que debemos hacer es contener a los familiares, especialmente a los padres que llegan con mucha angustia», subrayó Macarena, destacando tanto la responsabilidad técnica como la complejidad emocional de su labor.

Por otro lado, reflexionó sobre su vocación, que nació desde una edad temprana. En sus propias palabras: «Desde pequeña, supe que quería estudiar medicina, pero fue en los últimos años de la carrera cuando descubrí mi verdadera pasión por la cirugía pediátrica. La cirugía pediátrica me apasionó, y aunque es una especialidad con pocos profesionales, siento que es una vocación de servicio que me llena». De esta manera, reafirmó su amor por la medicina y su deseo de hacer una diferencia en la vida de los niños.

Asimismo, Macarena subrayó la importancia de seguir fomentando la formación de especialistas en la región, especialmente en campos como la cirugía pediátrica. La misma expresó que es crucial fortalecer el ámbito académico para que más jóvenes elijan estas especialidades tan necesarias, destacando que Tucumán tiene un gran potencial en este sentido. Con optimismo, vislumbró un futuro prometedor para la medicina en la provincia, donde la formación de nuevos profesionales contribuirá a mejorar la calidad de atención en salud.

Finalmente, expresó su agradecimiento hacia todo el equipo del Hospital del Niño Jesús, que la acompañó durante su formación. Destacó cómo el personal del hospital, tanto del servicio de cirugía como de clínica pediátrica, la acogió como parte de la familia y agradeció profundamente el apoyo recibido durante estos años, lo que consolidó un fuerte lazo de compañerismo durante su residencia.

Macarena reconoce que uno de los pilares fundamentales de su éxito ha sido el apoyo incondicional de su familia. En particular, su madre, María Magdalena Villagra Mendoza, quien asistió al acto de colación, ha sido su gran apoyo a lo largo de todos estos años. María Magdalena, quien se jubiló como docente hace un año, comparte con emoción el sacrificio que significó ver a su hija alejarse de su hogar para seguir su sueño: “Cuando Macarena decidió irse a Tucumán para estudiar, me partió el corazón. Pero sabía que era algo que ella deseaba con todo su ser. El esfuerzo que ha puesto en sus estudios, dejando su adolescencia atrás, dedicándose por completo a los libros y al aprendizaje, ha sido enorme. Y más aún cuando pasó por la pandemia, que complicó todo’, comentó visiblemente emocionada por el logro de su hija».

María Magdalena también destacó que, a pesar de las dificultades, su hija nunca perdió el rumbo: “Le doy gracias a Dios. Verla hoy recibir su diploma me emociona mucho, porque sé lo que ha costado llegar hasta aquí. La pandemia fue un desafío extra, pero ella siguió adelante con una gran fortaleza. Hoy, al ver la culminación de este ciclo, me siento muy agradecida y orgullosa de ella”, agregó, visiblemente emocionada.

Hoy, con una carrera recién iniciada, Macarena sabe que el camino será largo, pero su vocación por la cirugía pediátrica y su amor por los niños la motivan a seguir adelante, con la certeza de que cada esfuerzo, cada sacrificio, valdrá la pena.