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“Uno de los deseos de mi hijo en su niñez fue ser donante”

Confesó el papá de Jesús, Eduardo Guerrero, quien junto a su familia decidió donar los órganos de su hijo para mejorar la calidad de vida de siete personas. Además, como homenaje al joven deportista, el CAPS La Tipa del departamento Río Chico lleva su nombre.

Jesús fue ángel en la tierra y seguramente lo es ahora en el cielo. Así lo imagina su papá Eduardo, de 36 años, quien recuerda a su hijo entre lágrimas pero con gran orgullo. El joven fue un reconocido ciclista que tuvo un accidente de tránsito el 10 de febrero. Esto derivó en un trauma cerebral diagnosticado como fractura de la base del cráneo y posteriormente en su fallecimiento en el hospital Padilla.

“El departamento de Procuración del hospital nos informó del fallecimiento de nuestro hijo. Nos permitió que asimilemos este trago amargo y nos preguntaron si queríamos firmar para que sea donante. Estamos con mi señora colaborando con la gente, con el doctor Secante, para seguir adelante en la promoción de órganos y tejidos para que, de alguna manera, esto ayude a los padres que han perdido un hijo”, contó Eduardo, quien también tiene otros dos hijos: David (19) y Benjamín (3).

Hoy Jesús pasó a ser héroe del pueblo. Sus papás decidieron donar sus órganos y ayudar a siete personas a tener una mejora calidad de vida. Un deseo del joven cuando era niño y el cuál busca quedarse en la memoria de todos los habitantes de La Tipa para generar conciencia sobre la donación de órganos, tejidos, sangre y médula ósea.

“Uno de los deseos de mi hijo en su niñez fue ser donante. Firmamos para que así sea y así Jesús nos dé esta enseñanza de seguir promoviendo vida en la tierra y nos reconforte día a día”, comentó Guerrero.

El CAPS del pueblo lleva su nombre

El papá de Jesús contó que un día en una feria de ciencias su hijo se mostró convencido de que se podía donar órganos, sangre, y dijo: “Si mis ojos pudieran servir, yo donaría mis órganos”. Tanto es así que sus papás tomaron la decisión por él y así Las Tipas tomaría conciencia con respecto a la donación de órganos. Fue tal la magnitud del hecho, que la gente levantó firmas para que el CAPS lleve el nombre de Donante Jesús Guerrero; un verdadero orgullo.

Eduardo, enfermero y profesional de la salud, agregó que el dolor de la pérdida de un hijo lo sufrirá toda su vida, pero siempre tendrá la satisfacción de que Jesús pudo salvar vidas. “Nunca se va a asimilar la pérdida de un hijo, pero ellos no nos quisieran ver mal y tristes. Así que seguimos viviendo y colaborando con otros padres que pasaron por el mismo trauma de perder un hijo. Y ojalá todos podamos inscribirnos y ser donantes para poder dejar un poquito de enseñanza en la tierra”, culminó.

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