La Salud Pública ayuda a la comunidad Wichis del Chaco Salteño
El Hospital del Niño Jesús realizó una cirugía reparadora a un bebé de 8 meses de la comunidad Wichis. El niño nació con una patología congénita que se denominada fisura de labio y paladar; es decir, tiene afectas estas dos partes e inclusive su nariz. La intervención fue exitosa.
Luciano es el nombre del pequeño que llegó junto a su familia al hospital de Tucumán gracias a la ayuda que brindan en el Chaco Salteño las hermanas de la Congregación Las Esclavas. Una vez que los profesionales de la provincia conocieron el caso, de forma inmediata activaron el trabajo multidisciplinario que requería la intervención.
En este sentido, la hermana Marita Barrionuevo, se mostró agradecida y complacida por la atención en el hospital. “Siempre vamos al Chaco Salteño, donde están las comunidades aborígenes Wichis que viven a orillas del Pilcomayo. Allí la salud es muy precaria. Fue entonces que nos pidieron ayuda y aquí en el hospital de niños nos abrieron las puertas. El doctor Velicce nos acompañó en todo momento y nos dio confianza para traer a Luciano”, expresó.
Por su parte, de acuerdo a lo manifestado por el cirujano plástico reparador y especialista en niños con mal formaciones congénitas, doctor Hugo Velicce, el trabajo que se hizo fue queiloplastiaunilateral con corrección del ala nasal. “Esto se hace en un primer tiempo quirúrgico y luego en una segunda operación se hará la cirugía que le corresponde al paladar. La intervención fue un éxito y el niño se encuentra recuperándose en una sala”, aseguró el profesional.
En este sentido, Velicce apuntó algo que no es menor: “Los niños se ven afectados estéticamente por la parte facial de su rostro y cuando afecta el paladar, está perjudicando el lenguaje. Por eso lo que se busca es recuperar al menor para que se pueda insertar en la sociedad”.
La cirugía fue llevada a cabo por un equipo multidisciplinario, compuesto por el área de odontología, fonoaudiología, que en primer término ayuda y enseña a los niños para que se alimenten con aparatología. Luego se hace un preoperatorio, se ve el examen cardiovascular y sus niveles de sangre. Luego se analiza si está clínicamente en condiciones para la intervención.
En quirófano está compuesto por un equipo completo, con anestesiólogos, instrumentistas, circular, enfermería de recuperación. Mientras que en la sala hay otro grupo de médicos y enfermeros.
“Esto es un trabajo que se ocupa de la cirugía, rehabilitación y recuperación. Se hace un tratamiento ortopédico y fonoaudiológico que puede extenderse varios años”, afirmó el cirujano.
La rehabilitación se hace con aparatología ortopédica para estimular y mejorar la calidad de la cicatriz, que también favorece el desarrollo maxilofacial. La fonoaudióloga trabaja desde el punto de vista de la alimentación, deglución y por supuesto en el lenguaje.
Cabe destacar que en el hospital hay un servicio de fisurados multidisciplinario para la atención de estas patologías. Dentro de las malformaciones congénitas, lo más frecuente es el niño con labio palatina. Cada 700 partos, nace un bebé fisurado en Argentina. Mientras que en Tucumán nacen por año entre 25 y 30 chicos con este problema. Cabe destacar que como vienen de otras provincias, ese número se aumenta a 40 o 50 cirugías.