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Evoluciona favorablemente el paciente que ingresó al hospital del Niño Jesús con una bala alojada en la columna vertebral

El jefe del servicio de Traumatología Infantil y responsable de la Unidad de Patología Espinal del hospital del Niño Jesús, doctor Daniel Eduardo Viscido, habló acerca del cuadro de salud del niño de 14 años que ingresó a la institución hace 20 días tras recibir un disparo en el tórax que le generaba agudos dolores y que fue intervenido de manera exitosa.

El impacto de arma que ingresó por tórax, pasó por diafragma y se alojó en la doceava vértebra dorsal produjo daño en platillo vertebral, disco, masas laterales de la vértebra o apófisis articulares y generó una ruptura del anillo de contención del saco dural, para luego quedar alojada en la parte posterior de la vértebra.

«Esto genera una inestabilidad anterior y lateral de la columna, por lo que si se abordaba la misma era necesario estabilizarla para que no se produjeran deformidades con el paso del tiempo. Se hizo un tratamiento conjunto con los servicios de Neurocirugía, Terapia Intermedia, Anestesiología y quirófano para poder realizar este tipo de cirugía», explicó el profesional.

El servicio de Traumatología, detalló el especialista, tomó como vía de abordaje la parte posterior de la columna en la cual se produce una esqueletización, dos vértebras por abajo y tres por arriba de la lesionada y una vez que se liberó la columna y se llegó a contacto con el proyectil el servicio de Neurocirugía intervino para realizar una laminectomía -extracción de la parte posterior de la vértebra y del proyectil y control de los daños que se podían haber producido en el tejido nervioso y su envoltura-. Luego los traumatólogos continuaron estabilizando la columna a través de instrumental de cuarta generación- que cuenta con tornillos pediculares y barras laterales que fijan la columna impidiendo deformidades-, además de la colocación de injerto para lograr mayor fijación, de los drenajes respectivos y el final cierre de la herida.

«El paciente tuvo una buena evolución en el postoperatorio inmediato, durante el cual disminuyeron los dolores que él tenía de tipo radiculares en los miembros inferiores y esperamos ver cómo continúa en los próximos días», comentó Viscido. Por su parte el jefe del servicio de Neurocirugía Pediátrica del efector, doctor Ricardo Miguel Auad, destacó la labor mancomunada y en equipo que caracteriza a los servicios del hospital, lo cual permite mejores resultados.

«Él ingresó hace aproximadamente 20 días con una herida de arma de fuego en el tórax, lo cual provocó la necesidad de drenaje en la zona y que permaneciera 48 horas con asistencia respiratoria hasta pasar a Terapia Intermedia. En ese momento se había realizado el diagnóstico de que el proyectil estaba en la columna vertebral y por su delicada situación se decidió esperar para intervenir a cuando la evolución clínica fuera favorable. Cuando esto sucedió descubrimos que a nivel neurológico presentaba una leve paraparesia bilateral y un trastorno sensitivo que le provocaba mucho dolor en las piernas, al nivel de que no toleraba las sábanas de su cama, aún con la analgesia que se le administraba y en ese momento programamos la cirugía para que fueran dos en una y así evitarle pasar por dos intervenciones», detalló el especialista a cuya área le tocó la práctica de la laminectomía del paciente y la extracción de la bala.

«Nos dimos con que toda la duramadre que recubría la raíz de su cara interna estaba abierta, con pérdida de líquido cefalorraquídeo y algunas radicelas lesionadas. Por la dificultad de poder cerrar esa duramadre que estaba dañada a causa del impacto, trabajamos arduamente para liberar el área, pusimos un parche hemostático y un sellador dural para evitar la filtración del líquido, al tiempo que constatamos que la raíz esté liberada del proyectil y las esquirlas de la bala y óseas y dejamos la duramadre latiendo para que se procediera al cierre del abordaje», se explayó.

«Hoy al joven afortunadamente se le fueron todos los dolores que sufría en las piernas, puede moverlas bien y flexionarlas, recuperó la sensibilidad normalmente en los dedos de sus pies y puede soportar el tacto en sus piernas con muy buena evolución», agregó el referente.

La directora del hospital del Niño Jesús, doctora Cristina Alabarse, se refirió al caso del niño y la compleja cirugía: “Los resultados son un halago para nosotros, poder hacer que este niño vuelva a tener su vida normal gracias a haber tenido una actitud resolutiva y que este tipo de intervenciones se puedan realizar en nuestra provincia por el personal preparado que tenemos y por contar con los elementos necesarios es un orgullo», dijo la directiva al tiempo que agradeció el apoyo permanente del Ministerio de Salud Pública y extendió sus mejores deseos para el paciente y sus padres que pasaron por momentos de tanta angustia.

«En contexto de pandemia el hospital jamás paró de trabajar para dar soluciones a los diferentes niveles de complejidades que ingresan para ser asistidos y a los pacientes bajo sospecha o con diagnóstico de Covid-19. Tenemos la gran ventaja de haber podido inmunizar a todo el personal de salud de este hospital contra Covid y desde hace dos semanas con la vacuna antigripal, lo cual es un acto más para que nuestros equipos humanos estén en óptimas condiciones para brindar lo que debemos hacer», reflexionó para finalizar.

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