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La guardia febril del Hospital del Niño Jesús contiene a sus pacientes a través de la figura de la “enfermera anfitriona”

El servicio, que se encuentra trabajando a pleno para dar respuestas en la contingencia de dengue, incorporó enfermeras anfitrionas para ofrecer contención a las mamás que llegan al servicio con sus hijos. Las anfitrionas trabajan en guardias de 24 horas haciendo un relevamiento de los pacientes que se encuentran en la sala de espera, para luego separarlos según la gravedad que sus cuadros revisten.

La encargada del área clínica del servicio de guardia del hospital, doctora María Belén Bussetti, comentó que, si bien durante la última semana en particular se observó una meseta en la cantidad de consultas recibidas por dengue, la demanda general de pacientes es alta: “Estos últimos días el descenso de consultas tiene que ver más que nada con factores climatológicos, sentimos cierta meseta en cuanto a la sobrecarga y la demanda”.

La persona que llega a la guardia primero es evaluada, cuentan con un sistema de enfermería que categoriza a ese paciente según la gravedad con un color: “De acuerdo a esto podemos dar una atención inmediata o urgente en el shockroom al paciente identificado con el color rojo- y diferenciarlo si es un paciente de bajo riesgo -que se identifica con el color verde-. El paciente moderado en tanto es identificado con el color amarillo y de esa manera podemos medir la premura en la atención”.

Siguiendo esta línea la profesional contó que la mayor demanda últimamente fue de pacientes verdes, que consultan por fiebre pero que, al ser evaluados por el personal de enfermería son catalogados como pacientes de bajo riesgo que serán atendidos en consultorio.

“A través de la evaluación por triage damos cierta tranquilidad a la mamá de que su niño se encuentra bien y que puede esperar a ser atendido por consultorio. A diferencia de los adultos, los niños y sus papás requieren otro tipo de contención para esta contingencia, ver a un hijo con fiebre muy alta y vómitos, decaídos, con mucho dolor corporal, hace que se enciendan nuestras alarmas y nos provoca mucho nerviosismo, para eso tenemos una enfermera que va controlando la temperatura y medicando para ir bajando esos niveles de temperatura”, refirió, al tiempo que comentó el efector también cuenta con salas de rehidratación y de internación preparadas para el abordaje de casos más complejos.

Cabe destacar que, en virtud de esta contingencia y la elevada demanda que implicó este brote de dengue, el hospital organizó un sistema de enfermería que consta de una enfermera itinerante que recorre la sala de espera controlando la temperatura, así como también se dispuso un consultorio de febriles donde los pacientes son evaluados y que se constituye como un refuerzo de la guardia en otra torre del efector.

La jefa del Departamento de Enfermería, licenciada Adriana Noemí García, resaltó una nueva figura que se incorporó a la atención denominada “enfermera anfitriona” y respecto a la planta de personal que se encuentra brindando respuestas a la población, refirió que cuentan con 23 profesionales que se sumaron por la contingencia del dengue: “Agradecemos al Ministerio por habernos concedido esta autorización, a la dirección del hospital y a la directora de Enfermería de la provincia que nos ayudó en esa gestión para poder incorporar a 23 enfermeras que se encuentran abocadas en mayor parte a la emergencia”.

La figura de anfitriona tiene como principal objetivo que la madre que se encuentra con su niño enfermo reduzca al mínimo su espera: “Las enfermeras anfitrionas tratan de contener a esa mamá, van haciendo algún procedimiento, en este caso control de temperatura, porque como sabemos en el dengue el síntoma primordial es la temperatura alta, entonces ellas van haciendo ese control, explicando a las madres y también haciendo prevención, porque están repartiendo citronela y detallando cómo usarla”.

La enfermera anfitriona Elsa Sosa, comentó que su labor diaria es controlar a los pacientes en los pasillos de la guardia: “Vamos controlando temperatura en el caso de que tenga, con la indicación del médico dando una medicación vía oral y tratando de darle contención a la madre y al niño. A medida que van pasando, se va entregando citronela a cada mamá para que lleve a su casa, se le va enseñando cómo aplicarla, hacemos los recorridos de una hora y después se vuelve y así vamos controlando durante toda la guardia”.

“Muchas veces las madres están muy alteradas porque no pueden bajarles la fiebre a sus hijos, entonces comenzamos con paños y ahí se va progresando hasta que pasan a ser atendidos”, concluyó.

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